Habitantes de varias comunidades de El Vigía, municipio Alberto Adriani del estado Mérida, denunciaron que reciben agua potable sucia y con malos olores.
Alejandro Ramírez indicó que desde hace 22 días aproximadamente algunas comunidades del municipio Alberto Adriani, entre ellas la parroquia Monseñor Rafael Pulido Méndez, se encontraban sin agua potable. Sin embargo, aclaró que el recurso llegó en precarias condiciones.
De acuerdo con su testimonio, esa agua no sirve para el consumo humano y tampoco para lavar ropa, debido a que la misma llega pestilente y con barro.
“A partir de este martes de Semana Santa, luego de 22 días, llegó el agua pero es marrón. Esta situación llama la atención porque no es posible que una empresa autorice surtir un agua con un olor desagradable”, exclamó.
Desmejora del servicio tras la intervención
Ramírez explicó que luego de la intervención de la hidrológica de Mérida el servicio no ha mejorado y sigue presentando fallas en la distribución del vital líquido.
“Ellos intervinieron a aguas de Mérida, que era un ente de la gobernación, porque supuestamente la iban a mejorar y fue todo lo contrario. Hoy en día es peor el servicio, más escaso e ineficiente, que no permite bañarse y ni siquiera para lavar ropa porque la mancharía”, aseguró el vecino.
Igualmente manifestó que comprar una cisterna de agua se ha vuelto un lujo pues deben pagarla en dólares.
“Sabemos que la necesidad nos va a obligar a consumir esta agua porque no todo el mundo tiene entre 40 y 50 dólares para pagar una cisterna, la cual es manejada a través de un convenio privado”, apuntó.
Indicó que este recurso es necesario para cumplir además con las medidas preventivas y evitar contraer la COVID-19 como el lavado frecuente de manos y limpieza del hogar. Pero estas medidas no se pueden cumplir constantemente debido a que la mayoría de las veces, los vigienses se encuentran sin agua potable.
