Cáritas Carúpano, una organización dedicada a brindar ayuda y acompañamiento a las comunidades en situación de vulnerabilidad, continúa desplegando su labor en la región.
Con la misión de aliviar las dificultades que enfrenta el pueblo, esta institución estableció la Pastoral de Movilidad Humana y la Casa de Paso para Migrantes.
Isaías Hernández, representante de la Pastoral de Movilidad Humana de Cáritas en Güiria y coordinador de la Casa de Paso para Migrantes, destacó la importancia de estas dos iniciativas en medio de las múltiples necesidades que afronta la comunidad.
En una entrevista realizada en el programa Háblame Bajito, de Radio Fe y Alegría Noticias, Hernández explicó que la pastoral comenzó sus actividades en diciembre de 2020, tras el trágico naufragio de la embarcación “Mi recuerdo”, que cobró la vida de al menos 33 personas y dejó ocho desaparecidos.
Desde entonces, Cáritas proporcionó asistencia a las familias y a la población afectada por este doloroso suceso.
En cuanto a la Casa de Paso para Migrantes, ubicada en el municipio Valdez, Hernández señaló que esta iniciativa arrancó hace aproximadamente tres años como un consultorio médico y ha ido creciendo hasta convertirse en un centro que ofrece diversos servicios.
Los viernes, el equipo de Cáritas se desplaza desde Carúpano para brindar atención médica general y especializada. Según Hernández, en Güiria hay escasez de especialistas médicos en áreas como pediatría, ginecología y medicina interna, por lo que estos servicios son sumamente valiosos.
En la actualidad, Cáritas Carúpano cuenta con un equipo integrado por unas 35 personas, entre psicólogos, trabajadores sociales, médicos y voluntarios. “Nos hicimos un equipo multidisciplinario para aportar asistencia, acompañamiento y ser parte solidaria de este proceso”, explicó.
Otros programas y proyectos
Además de la atención médica, también se ofrecen programas de protección y orientación para niños, niñas y adolescentes, se instaló una academia de fútbol y se lleva a cabo el proyecto Santa Catalina, enfocado en brindar alimentación, salud e higiene a los adultos mayores desprotegidos debido a la separación familiar causada por la migración.
“Nuestra intención siempre es ayudar en medio de tantas necesidades que vive el municipio y acompañar a las comunidades”, subrayó.
Por otra parte, con el fin de evitar problemas como la trata y el tráfico de personas, crearon un centro de capacitación para jóvenes, donde pueden adquirir habilidades y conocimientos que les permitan desarrollar un oficio dentro del mismo municipio.
A través del proyecto Chamán, entregan suplementos vitamínicos, proteicos y calóricos a niños de 0 a cinco años que están al cuidado de sus abuelos debido a la ausencia de sus padres.
A su vez, la pastoral trabaja en la sensibilización sobre la violencia de género y brinda respaldo a aquellos que regresan desde Trinidad y Tobago sin nada, a causa de la pérdida de sus familiares o por haber sido víctimas de abusos, entre otras problemáticas.
Hernández admitió que la frontera de Güiria sigue siendo un punto de intensa actividad, a pesar de tragedias como el naufragio, ya que casi toda la población tiene a algún pariente fuera del país.
Igualmente, atienden las deportaciones de hasta 60 personas al mes, incluso desde otros estados.
“Somos una familia, con diferencias, aciertos y mucho cariño, y juntos enfrentamos tanto los escenarios de dolor como de alegría”, concluyó Hernández.
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