Así lo aseguró Leonardo Buniak a Radio Fe y Alegría Noticias al referirse a los índices inflacionarios que publicó el Banco Central de Venezuela (BCV) para el año 2019 en la economía del país.
Para el econimista, la publicación del ente financiero es “muy curiosa”, pues termina ubicando la inflación por encima de las estimaciones hechas por la Asamblea Nacional.
Estimaciones, estas últimas, que en el pasado han sido desestimadas por funcionarios del Gobierno de Nicolás Maduro, asegurando que se calculan una inflación por encima de la real con fines políticos.
De igual modo, recordó cómo era calificado de “dólar criminal” el tipo de cambio del mercado no oficial de divisas, también llamado el dólar paralelo, y ahora la tasa oficial es igual y hasta superior en algunos casos por lo que ironizó diciendo “se podrán imaginar cuán criminal es el dólar oficial”.
El calificador de riesgo bancario enfatizó que lo que reflejan las cifras del BCV, que ubican en 9 500% la inflación del 2019, es que lo que un venezolano o una venezolana compró en enero de 2019 con 1 millón de bolívares, lo terminó pagando en 95 millones de bolívares en diciembre de 2019.
Recordó que, más allá de las admisiones o negaciones de quienes ejercen vocerías en el gobierno, aunque cree Venezuela que ya oficialmente no está en hiperinflación, seguimos con una inflación altísima que se siente igual.
“Nos convertimos en una economía pequeñita”
Ante la promesa de Nicolás Maduro de llevar la inflación a 1 dígito, el también docente universitario, Leonardo Buniak, reaccionó preguntándose ¿cómo lo va a hacer?, al tiempo que recordó las medidas que impuso el gobierno para combatir la inflación.
Recordó que la tasa de inflación del 2018, que era hiperinflación, llegó a casi 2000000% y cayó a una de cuatro dígitos en 2019.
Pero, se preguntó ¿cómo se produce?, a lo que respondió:
“debido a una brutal, una brutal y espantosa caída en el nivel de actividad económica”.
Detalló que hubo una contención enorme del gasto público, se fijó el encaje legal en 100%, impidiendo el aumento del límite de las tarjetas de crédito, lo que a su vez provocó una caída vertiginosa en el consumo privado.
Además, cayó la demanda agregada interna, es decir, el grado de consumo de bienes y servicios por parte de los agentes económicos internos.
En otras palabras, explicó Buniak, asistimos a una caída del 35% en la actividad económica, que acumula desde 2013 una contracción de 75%. Es decir, hoy en día la economía Venezolana es apenas el 25% de lo que era en tamaño en diciembre de 2013, “nos convertimos en una economía pequeñita, muy chiquita y muy pobre”.
De este modo, destacó el economista, el gobierno logró desacelerar la tasa de inflación a expensas de una contracción económica agravada “sin precedentes en la historia de América Latina”.
Aseguró Leonardo Buniak, que la contracción provocada en la economía del país es una contracción que incluso sería mayor a la provocada durante la llamada Gran Depresión de la década de 1930, con origen en Estados Unidos en 1929.
El pretro habría sido una medida de contención fiscal
Para el calificador de riesgo bancario, la receta parece repetirse, pues asegura que el gobierno de Nicolás Maduro está utilizando el petro como medida de contención fiscal.
De ahí, que el gobierno haya decidido pagar medio petro a quienes cobran pensión y a quienes trabajan en la administración pública, y que a su vez la mayoría no haya podido convertirlo en bolívares, pues aunque intentaron repetidas veces hacerlo a través de las subastas, el sistema no funcionó.
Dijo, “a siete millones de venezolanos, en vez de entregarles los bolívares correspondientes a sus pensiones, jubilaciones, aguinaldos, para evitar mayor presión sobre la inflación, el gobierno decide entregarles algo que no puedan gastar, ni puedan convertir”.
Esa transferencia, a modo de ilusión monetaria dice, era equivalente a cerca de 2 millones de bolívares soberanos por persona, es decir, cerca de 3 millones y medio de petros en circulación, que la gente intentó cangear en el sistema patria a través de las subastas, sin éxito, pues:
“nadie quiso comprarle el petro, porque nadie cree en el petro”.
En este contexto, quienes habían recibido el petroaguinaldo empezaron a quejarse, lo que, a juicio del economista, puso al gobierno en una disyuntiva que lo llevó a activar el sistema de cange de petros por bienes y servicios.
Con lo que, la gente salió masivamente a comprar con el petro provocando largas colas en los comercios que estaban aceptando el petro como instrumento de pago, en consecuencia, en un corto período 1 millón 200 mil personas lograron hacerlo.
Ese 1.2 millones de personas gastaron 600 mil petros que fueron recibidos por el Banco de Venezuela, siendo la única entidad con sistema biopago, viéndose obligado a recomprar el petro, alcanzando su capacidad de absorción de petros y de pago en bolívares a comerciantes, enviando una inmensa cantidad de bolívares que salieron a presionar el mercado paralelo en la economía venezolana.
Al darse cuenta de lo que sucedía, se suspendió el sistema anunciando que entraría en mantenimiento, con lo que 5.8 millones de personas se quedaron con su medio petro preso, sin poderlo gastar.
¿Podrá Nicolás Maduro cumplir su promesa de llevar la inflación a un dígito?
Precisó Leonardo Buniak, que los petros que faltan por gastar son 2.9 millones de petros, que a su vez equivalen a 12.5 billones de bolívares que están represados en el bolsillo de 5.8 millones de venezolanos.
Agregó ,“si el gobierno saliera ahorita a recomprar esos petros y darles a los viejitos sus bolívares, le voy a informar que va a tener nuevamente hiperinflación, porque hoy la liquides monetaria, los medios de pago líquidos en circulación, están en 50 billones de bolívares, si le añades 12.5 billones más, se te va el tipo de cambio por encima de 100 mil bolívares por dólar y por supuesto la inflación retoma la senda hiperinflacionaria”.
En este sentido, consideró que el presidente Nicolás Maduro no podrá llevar la inflación de cuatro a un dígito:
“No, al menos que esté dispuesto a llevar la economía venezolana a una nueva contracción, por encima del 10% que hemos pronosticado, y que al mismo tiempo signifique que todos los venezolanos no pierdan 7 kilos, u 8 kilos, sino que pierdan 14 ó 15 y estemos en una situación de pobreza absoluta, llevando al país a una verdadera catástrofe humanitaria”.