La mayoría de los deltanos intenta sobrevivir dedicándose a otros campos laborales para generar ingresos extras. Procuran sobrevivir en una Venezuela donde las oportunidades son escasas y el precio del dólar ha vuelto a escalar.
Uno de los casos lo vive el profesor Cruz Troya, un docente de matemáticas que actualmente trabaja en el liceo Aníbal Rojas Pérez de Tucupita, y quien ha estado rebuscándose ofreciendo clases dirigidas de matemáticas y física a estudiantes que lo requieran.
Troya asegura que tiene más de 20 años trabajando como docente, pero por la crisis ha tenido que trabajar fuera del horario de clases. Es un esfuerzo más que se propuso para hacerle frente a la situación del país y así no depender únicamente de lo que percibe del Ministerio de Educación.
“Yo implemento las tareas dirigidas. En mi condición de profesor apoyo y doy consultorías. Cuando el muchacho sale del liceo yo los refuerzo, ese es mi rebusque, me ha ido bien”, manifestó.
Aseguró que conoce a varios profesionales que no dependen únicamente de sus salarios. Ellos se han inclinado al comercio informal con la venta de helados caseros, golosinas y rubros agrícolas.
Por otra parte, un ciudadano que se identificó como William Corniel, quien aseguró ser obrero de la alcaldía del municipio Tucupita, reveló que ha tenido que dedicarse a limpiar zapatos y vender golosinas en el centro de la capital deltana para poder afrontar la situación país.
Explicó que si dependiera únicamente de su salario de la municipalidad, no pudiera llevar la comida a su casa; por eso sale a trabajar como limpiador de zapatos todos los días.
“Con esto puedo llevar el pan, el medio kilo de carne molida y otras cosas. Esto sí me da”, señaló el señor Corniel.
