Para Lila Vega, pediatra y miembro de la Red de Madres, Padres y Representantes, es necesario el regreso a clases de manera presencial en los estados del país donde no se haya detectado un brote de Coronavirus alarmante.
Indicó a Radio Fe y Alegría Noticias que un informe realizado por el Banco Mundial se aprecia que el impacto de la cuarentena sobre la educación de los niños, niñas y adolescentes «es lapidario».
«En este año calendario se ha perdido 1,3 años de escolaridad, se ha perdido lo que no se aprendió en este año y lo que se acababa de aprender en el momento anterior (a la pandemia)», explicó Vega.
La especialista resaltó que cuando hace referencia a abrir las escuelas no quiere decir mantenerlas abiertas todas por igual y todo el tiempo.
«La comunidad en donde esté esa escuela, junto a su director, estudiantes, trabajadores y familias deben estar atentos a la evolución de la pandemia, decidiendo cerrar si es lo prudente, enviando a estudiantes a cuarentena si es necesario, aislando al personal docente cuando sea pertinente, pero esa es la única manera. Nuestras escuelas tienen que estar abiertas y puntualmente cerradas si la circunstancia epidemiológica lo demanda», argumentó Vega.
«La educación a distancia en Venezuela es aún más excluyente»
De acuerdo con la especialista aún en países de Europa la educación a distancia tiene «severas limitaciones».
Expresó que la educación vía internet es una estrategia pedagógica que funciona para un grupo de niños, sin embargo, deja por fuera a quienes tienen déficit de atención e hiperactividad o niños con espectro autista, «ellos no pueden aprender de esa manera porque tienen otras necesidades».
En el caso de Venezuela dijo que esta estrategia de educación vía remota es aún más excluyente porque hay pocos alumnos y profesores con buena conexión a internet, luego están tanto estudiantes como maestros que no tienen acceso a la red, por lo que el mejor recurso a la mano es hacer un papelografo y colgarlo en la puerta de la escuela.
«La gran mayoría de nuestros estudiantes no ha aprendido nada a través de la educación a distancia en sus distintas versiones. Es una fábrica de inequidad: quien más recursos tenga más oportunidades tendrá de aprovechar ese limitado recurso, mientras que el que tiene menos está lejos de ello (…) esto tiende a dejar en desventaja a quien tiene mayor desventaja», aseguró Vega.