Algunas personas afectadas por las constantes fallas en la distribución de agua lamentaron no esperar por las gestiones de Hidrodelta, porque aseguran que no resultarán. En cambio se aferran a los pozos de agua propios o que algún vecino solidario les facilita.
Carlos Cedeño, un adulto mayor de la calle Sucre en el centro de Tucupita, reveló que en su sector hay al menos tres pozos de agua que sus propietarios ponen a disposición de sus vecinos.
De acuerdo con Cedeño, las personas que no tienen agua se dirigen una o dos veces al día a la casa de una de las personas que tienen pozos perforados para surtirse. “Sí hay, yo conozco tres que tienen pozos y son solidarios y regalan un poquito de agua”, afirmó.
Un ciudadano de la comunidad Agua Negra, en la carretera nacional de Tucupita, también dijo que en su sector hay varias personas que tienen pozos perforados. En la calle donde él vive hay cuatro casas que tienen pozos.
Explicó que las familias que no tienen agua van cada cinco o seis días a la vivienda del señor que tiene pozo para pedirle “un poco” de agua, y este accede sin cobrar nada. Afirmó que, “uno va, le dice que le llenen las dos pimpinas y ellos se las llenan y no les piden nada”.
Una mujer de la comunidad El Torno, quien además tiene un pozo perforado en su casa, explicó que la mitad de la población que vive en ese lugar tiene un pozo perforado y ayuda a los demás. En ese sector hay más de 500 familias.
La abordada aseguró que las personas que tienen pozos perforados –ella incluida- han sido solidarias con los demás vecinos cuando ellos les piden agua. Afirmó que, “sí se les ayuda, se les da sus botellones de agua clarita cuando lo necesitan y no se les cobra nada”.
