En 2008 el presidente Hugo Chávez pidió Álvaro Uribe Vélez, desde la Asamblea Nacional, que reconociera a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como una “fuerza política”.
Uribe era presidente para el momento y este era uno de los requisitos que ponía Chávez para establecer diálogos entre Colombia y Venezuela tras meses de tensión entre ambos gobiernos.
No fue esa su única referencia hacia el grupo guerrillero, a quienes catalogaba como “revolucionarios” y pedía que no se les llamara “terroristas”. Según Leonardo Aréa, profesor de estudios políticos y administrativos de la UCV, los vínculos entre las FARC y el Partido Socialista Unido de Venezuela “son estrechos” hasta el día de hoy, pues los une “una ideología común”.
“Un padre común que es Fidel Castro y una madre común que es la Revolución cubana”, expresó en entrevista con Radio Fe y Alegría Noticias.
Por ello, sostiene Aréa, el reciente pronunciamiento de Iván Márquez, líder del grupo guerrillero que llamó a un nuevo levantamiento de armas, salpica a Venezuela porque desde hace años la Revolución Bolivariana “acogió” en tierras venezolanas a estos rebeldes.
“Esa guerrilla ha ido penetrando casi toda la frontera y ha hecho vida allí, lo cual fue denunciado por Uribe en la OEA”, afirmó. “Se esconde en Venezuela y Venezuela se ha convertido en lo que se llamaba antes una ‘zona de alivio’, porque nuestro ejército no los persigue, sino que son acogidos”.
Márquez, en su pronunciamiento de 32 minutos donde aparece junto a unos 20 hombres y mujeres armados, hizo breves comentarios sobre Venezuela y aseguró que existe la necesidad de ayudar a Nicolás Maduro frente a los presuntos ataques de Estados Unidos.
¿Cómo responderá el mundo?
El acuerdo de paz en Colombia empezó a gestionarse en 2012 con el entonces mandatario Juan Manuel Santos, y terminó con una firma de Márquez y Timochenko, líder de las FARC , quienes se comprometieron a alejar las armas de la política “para siempre”. Márquez, ahora, afirma que retoma las armas porque el Gobierno de Iván Duque ha irrespetado los acuerdos establecidos.
Aréa cree que estas acciones abren “un nuevo teatro geopolítico a nivel mundial”: en Colombia “se van a construir agendas políticas interesadas”; y en el mundo actores como Estados Unidos, China o Rusia deberían responder con acciones diplomáticas.
“¿Le conviene a Duque? ¿Le conviene a Márquez? ¿Le conviene a Uribe? ¿A Santos? En estos procesos también están involucrados fuerzas de Cuba, y vinculados a otros gobiernos latinoamericanos. Países fuera del continente, Rusia, China, Irán. ¿Cuál será su respuesta?”, se preguntó.
