Una vez más el corazón más grande de Venezuela se adentró entre intrincados caños para llevar la esperanza a través de la educación.
El compromiso que tiene el Instituto Radiofónico Fe y Alegría con la educación de los sectores más vulnerables no se ha visto vulnerado pese a la situación país. Ha sido un desafío que la institución asume por la esperanza en acción.
Diógenes Colina, coordinador del programa de alfabetización del IRFA en los caños del Bajo Delta, zarpó el jueves 17 de marzo con un equipo conformado por cinco personas, entre educadores, reporteros y un ayudante, quienes acompañarán en el proceso educativo de 8 comunidades.
La escasez de combustible había detenido momentáneamente el acompañamiento educativo, ya que hacen falta al menos 800 litros de combustible y 30 litros de lubricantes para garantizar un viaje. El costo de los alimentos también han incidido negativamente, ya que el viaje demora al menos una semana.
“Es difícil ver que antes Fe y Alegría iba hasta 12 veces al año para el Bajo Delta, pero ahora por la situación país hemos estado yendo una vez al año”, lamenta Diógenes Colina, coordinador educativo de Fe y Alegría en la selva de Delta Amacuro.
La cooperación de la gobernación del estado Delta Amacuro y de las estaciones de servicio ha sido clave a la hora de tener acceso al combustible, ya que se trata de un proceso que implica requerimientos que por lo general demoran hasta dos semanas poder concretarlos.
Entre el año 2020 y lo que va del 2022, este equipo del Instituto Radiofónico Fe y Alegría ha logrado cumplir sus objetivos en solo tres ocasiones. Uno en marzo del 2020, otro en mayo del 2021 y ahora en marzo del año en curso.