La crisis económica mundial impulsada por la pandemia provocada por la COVID-19 sigue siendo persistente luego de dos años y medio del inicio del fenómeno sanitario global.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), pronosticó que para el cierre de 2023, la inflación mundial será de 7.4% en promedio.
Según el FMI, este porcentaje supera los registros históricos de la «Gran recesión» que afectó al todo el planeta entre 2007 y 2009.
Parar la actividad comercial durante meses enteros y las ayudas financieras para la población dejó consecuencias que empiezan a notarse dos años después.
Conflicto armado y hambruna
Aunado a los efectos de la COVID-19, la invasión de Rusia a Ucrania también tiene impactos económicos negativos. Ambos países son dos importantes actores en los mercados de energía y alimentos.
Con el conflicto armado entre ambos países, el suministro de alimentos y productos y servicios relacionados con el mercado energético también entró en un proceso de recesión, según el FMI.
Con el conflicto armado que ya supera los cinco meses compromete la producción alimentaria y energética en el Europa con incidencia en todo el globo.
Rusia aporta un 25% de las exportaciones globales de granos. Además, es el responsable de la venta del 17% de todo el trigo en los mercados internacionales.
Por su parte, Ucrania es el tercer mayor exportador mundial de trigo y aporta un 12% del mercado global, tajada restringida como consecuencia de la guerra.
En el ámbito energético, Rusia es el tercer actor más importante del mercado petrolero. Produce 10,7 millones de barriles diarios destinado al mercado de la Zona Euro.
La importancia de Rusia es mucho mayor para Europa cuando se trata de gas natural. Rusia exporta el 40% del gas natural que consume la Unión Europea.
Impacto de la crisis de Estados Unidos
Norteamérica también pasa por un momento de crisis económica y su recesión también impacta en otras economías dependientes, explica el FMI, según la agencia de noticias Reuters.
Actualmente la nación norteamericana padece una inflación interanual del 8,6%, la más alta en 40 años.
70 millones más de nuevos pobres
Más de 51,6 millones de personas alrededor del planeta ingresaron en las estadísticas de «pobreza extrema». Este inesperado aumento es consecuencia de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania.
Los datos son reseñados en el informe Abordando la crisis del costo de la vida en economías en desarrollo: Proyecciones de pobreza y vulnerabilidad y sus respuestas políticas, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) alerta sobre este incremento de la pobreza.
De acuerdo con el Banco Mundial, una persona está en pobreza extrema cuando tiene un ingreso diario inferior a $1,90.
El Banco Mundial establece otros parámetros de pobreza en escalas de remuneraciones inferiores a $3,20 y $5,50 diarios para los países de ingresos medio-bajos y medio-altos, respectivamente.
Además, añaden que aquellos que ingresan menos de $13 diarios se encuentran en situación de vulnerabilidad.