Casi todo el mundo se lo pedía. Que se pronunciara sobre la crisis social, signadas por las protestas ciudadanas, que en este momento está pasando Cuba. Este domingo, en la oración del Ángelus, el Papa Francisco se refirió a esta situación pidiendo en primer lugar a la Virgen del Cobre, patrona de la isla, que interceda para que llegue la paz y se promueva la solidaridad y la construcción de un diálogo.
El Pontífice también transmitió que «estoy cerca del pueblo cubano en estos momentos difíciles». La última vez que un Papa visitaba a Cuba fue hace casi 6 años. Francisco pisaba suelo cubano el 20 de septiembre de 2015, en una histórica jornada que duró 3 días. En el aeropuerto José Martí lo aguardaban el presidente de ese entonces, Raúl Castro y el cardenal Jaime Ortega, la máxima autoridad católica en ese momento en la isla.
Hace una semana, el domingo 11 de julio, cientos de manifestantes salieron a las calles de San Antonio de Los Baños, primero, y luego en otras 20 provincias para reclamarle al gobierno los déficit de la vacunación contra la COVID-19, reformas económicas, libertad y que cayera la dictadura.
El gobierno reaccionó con represión no solo militar sino con civiles armados de bates y palos para enfrentar a los protestantes. Más de 400 detenidos plenaron las estaciones policiales.
Los Obispos de la Conferencia Episcopal y la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Cuba se pronunciaron exigiendo la liberación de todos los detenidos, incluyendo periodistas y activistas, y que cesara la represión. Afirmaban además los representantes de la Iglesia católica que quienes salían a la calle no eran delincuentes.
Aunque ha amainado la intensidad de las manifestaciones y pese a que el gobierno de Manuel Díaz-Canel se ha comprometido en aplicar algunas mejoras en la economía, el descontento continúa en la población.
