Luego de cruzar el Tapón del Darién ¿Qué sigue?

2970
Foto: referencial.

Después de cruzar el denominado «infierno» del Tapón del Darién, una zona inhóspita que se extiende en la frontera entre Panamá y Colombia, para llegar a la frontera entre Estados Unidos y México los migrantes deben sortear varios obstáculos.

El Sacerdote Jesuita (SJ) Conrado Zepeda, director del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) en México, sostuvo una conversación con el programa De Primera Mano de Radio Fe y Alegría Noticias este lunes 1 de agosto, y dijo que el primer «martirio» con el que se cruzan los migrantes cuando llegan a México, luego de cruzar el Darién, es encontrarse en una ciudad «cárcel» como Tapachula, donde están «restringidos» los servicios de solicitud de documentos para las personas que quieran quedarse en ese país de forma legal.

El segundo problema es que la ayuda humanitaria internacional no alcanza para cubrir las necesidades de estas personas.

Otro obstáculo es que si hay un intento de ir en pequeños grupos o en caravanas hacia la frontera de EEUU y México se encuentran a su paso con controles militares, «como hace tres días en la que hubo una represión en una caravana y en el que el grupo de caravaneros exigía documentos para seguir transitando, pero hubo más bien una respuesta de encontronazo de estos dos grupos».

Indicó que los que logran seguir subiendo rumbo al norte se topan con grupos delictivos y que cuando se llega a la frontera (con EEUU) los cobros son «excesivos» para poder ingresar de una manera indocumentada a través del crimen organizado, «y en ocasiones sería como ‘casi’ la única opción posible» para poder ingresar.

«Entonces hay una serie de obstáculos constantes de xenofobia, falta de oportunidades, irregularidad en cuanto a la implementación de políticas que es muy fluctuante y depende mucho del grupo y de la situación, y sobre todo del peligro que corren los migrantes en ese recorrido», dijo Zepeda.

Agregó que el 80% de las mujeres que cruzan México para llegar a EEUU son violentadas sexualmente.

«Entonces imagínate: el tema climático, documentos, crimen organizado y todo lo que se topan los migrantes en su trayecto», refirió el director del SJR en México.

Además, resaltó que como México es un país territorialmente «grande», si se recorre en autobús para llegar a la frontera, la duración puede ser de cuatro días. «También se convierten en un problema las distancias».

Escuche la entrevista completa con el director del Servicio Jesuita a Refugiados en México en: