Al término de la marcha por el Día de la Juventud en Venezuela en el Palacio de Miraflores, el presidente Nicolás Maduro instó a los jóvenes líderes del PSUV a fortalecer los postulados de la organización en liceos y universidades del país.
Para el gobernante, el pretexto de esta arenga es para que no se pierda en el seno de la juventud el legado político del fallecido expresidente Hugo Chávez y hacerle frente «a las agresiones extranjeras».
Las palabras del mandatario, quien se hizo acompañar de su esposa, la diputada Cilia Flores, llegan justo cuando esta semana se aprobó la polémica Ley de Participación Estudiantil, valorada por algunos especialistas en la materia como el supuesto intento de partidizar aún más el sistema educativo venezolano.
A su criterio, «la juventud hoy vale, se le escucha, se le toma en cuenta. Hoy la juventud participa en todos los espacios y este es uno de los logros más importantes de la revolución».
Se auto alabó al reseñar que durante gestión y de la de su predecesor se han elevado las tasas de escolaridad en escuelas, liceos y universidades «que han hecho que en el país exista un récord de escolaridad de 92 % y concentrar a 82 % de la juventud en planteles públicos».
Maduro convocó para el 11 y 12 de marzo a un congreso nacional de juventudes. Para ello, designó una misión especial nombrando al ministro del Deporte, Melvin Maldonado, como su coordinador principal.
El presidente no hizo anuncios concretos en torno al esperado incremento de las becas estudiantiles en liceos y centros universitarios como en años anteriores. Tampoco se refirió al conflicto que aún mantienen los docentes en todo el país.
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