El obispo de San Cristóbal, Mario Moronta, consagró al Táchira y a los Andes venezolanos al Santo Cristo de la Grita durante la misa pontifical por 410 años del rostro sereno de Cristo.
“Cuando uno escucha el himno del Santo Cristo de la Grita, uno siente que se transforma y transporta y es un peregrino más con él. Se transforma para reeditar su rostro sereno, su costado abierto y ese cuero que todavía pareciera tener vida porque ha entregado en la mano del espíritu”, dijo Moronta en medio de la celebración de la eucaristía de este 6 de agosto por la mañana.
Moronta también tuvo momentos para hablar sobre las sensaciones celestiales que despierta cantar el himno del Santo Cristo de La Grita.
“Qué bonito es y emocionante es cantar ese himno del Santo Cristo de La Grita, que al cantarlo no solamente lo recordemos sino que hagamos una profesión de fe en ese Dios que se hizo hombre para salvarnos», indicó.
El obispo de San Cristóbal reconoció la labor del artista y su capacidad para plasmar en letras una obra cargada de religiosidad y mística para «convertirlo en el icono con nuestra señora de la Consolación de esta iglesia de San Cristóbal que edifica el reino de Dios en el Táchira y desde el Táchira para todo el mundo».
Esa misa se hizo a puertas cerradas y se transmitió vía redes sociales y radios locales a fin de que las familias pudieran ser parte de la celebración pero a buen resguardo en sus hogares.