Este martes 20 de agosto, Panamá deportó al primer grupo de migrantes irregulares luego de anunciar su política para controlar el flujo migratorio hacia Estados Unidos.
Esta política de deportación cuenta con el respaldo financiero de Estados Unidos y busca reducir el número de migrantes que utilizan a Panamá como ruta de tránsito.
Si bien la repatriación está dirigida a las personas con antecedentes penales o a quienes opten por regresar voluntariamente a sus países de origen, hay organizaciones defensoras de derechos humanos que han cuestionado la medida, pues señalan que los migrantes tienen ciertos derechos de protección.
Elías Cornejo, coordinador de atención al migrante de Fe y Alegría en Panamá, fue uno de los trabajadores humanitarios en cuestionar la voluntariedad de estos retornos.
“Las personas que están atrapadas entre Panamá y México, son personas que en realidad no tenían entre sus planes retornar, pero la realidad los está llevando a volver. No es un retorno tan voluntario: las mafias les roban, son víctimas de extorsiones por las autoridades en algunos países, no tienen la posibilidad de conseguir un trabajo”, afirmó Cornejo.
El coordinador de Fe y Alegría considera que las medidas gubernamentales panameñas no son las que determinan el flujo migratorio. Según Cornejo, “la migración depende de las condiciones de vida en Ecuador, en Venezuela, en Perú, en Colombia, en África, y Haiti”.
Una ruta peligrosa que no dejaría de ser transitada
Panamá se ha convertido en un paso casi obligado para aquellos migrantes que buscan llegar a Estados Unidos, enfrentándose a los peligros de la selva del Darién.
La mayoría de los migrantes que llegan a Panamá de manera irregular son venezolanos, quienes no serán deportados debido a la falta de relaciones diplomáticas entre Panamá y Venezuela.
José Luis Ayala, director de Hogar Luisa en Panamá, un centro de acogida de la Iglesia católica, asegura que la nueva política no generará un “efecto llamada” para más migrantes venezolanos.
“Para que pueda haber una repatriación hacia Venezuela tiene que haber una coordinación con el gobierno de Venezuela”, explicó Ayala. Además, añadió que los venezolanos no pueden regresar a Colombia, “incluso aunque hayan tenido un estatus migratorio allí”.
Mientras tanto, las autoridades panameñas han anunciado que un nuevo vuelo de repatriación podría salir este venidero fin de semana.
Con información de El Nacional
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