El llamado a clases presenciales hecho por el gobierno para el mes de septiembre ocasionaría una ola de renuncias de educadores en el estado Táchira.
Gerardo Ramírez, Secretario General de la Federación Nacional de Trabajadores de Venezuela, expuso que debido de las deplorables condiciones de vida de los maestros se les complicaría el retorno a los salones.
Es conocido que muchos de los docentes desarrollan otras actividades para poder subsistir. Se preguntó «¿cómo se movilizarían a sus áreas de trabajo cuando todos sabemos que la moneda circulante es extranjera? ¿De dónde los estudiantes y los maestros sacarán dólares y pesos para costear el precio de cada pasaje?».
De igual forma, el sindicalista también apuntó que sí hay educadores que poseen vehículos pero también esto es un problema ya que persisten los inconvenientes para surtir de gasolina.
«Todos sabemos que hoy en día un maestro no gana ni 20 dólares, que no alcanzan ni para la comida de una semana», argumentó el dirigente sindical.
Ante esto, Ramírez planteó que los sueldos de los docentes deberían estar entre los 500 y 600 dólares mensuales. Con esto, por lo menos podrían cubrir el costo de la canasta básica. En caso de no concretarse un aumento de sueldo, el llamado a clases ocasionaría una ola de renuncias en la entidad.
Por Héctor Mora / Radio Fe y Alegría Noticias
