El Teniente Coronel Igbert Marín Chaparro, considerado como un preso político, y quien lleva 16 días en huelga de hambre, denunció a través de una carta que le hizo llegar a sus familiares que desde su detención ha recibido cruentas torturas en la celda donde lo tienen detenido.
En el escrito el militar, aprehendido en 2018, expone que «cuando me detuvieron, me llevaron al Dgcim. Fueron 7 días de torturas. Bolsas en la cabeza, golpes, gases lacrimógenos, costillas rotas. Médico forense y fiscales no hicieron nada’”.
También agrega en otra parte del texto que igualmente ha sido víctima de “tratos degradantes: no sé qué hacían con la comida, llegué a pesar 58 kilos. Me tienen en una celda de 5 por 5 metros. En tres meses sólo una vez vi la luz del sol. Hasta hoy no sé a qué olía, pero no me soportaba, estuve 5 meses sin aseo”.
“Dios, por algo me he mantenido vivo, alguna misión me ha dado para sobrevivir a todos estos horrores en estos 3 años, 8 meses y 5 días”, relató Marín Chaparro, según sus familiares.
Desde principios de año diferentes ONG de derechos humanos, compañeros de armas y sus propios familiares han solicitado a organismos internacionales como el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Amnistía Internacional, Human Rigths Watch y la CIDH que intercedan por la vida de Marín Chaparro y de otros presos políticos en el país.