Oración de la mañana. Lunes 28 de febrero de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza suplicando La paz para el mundo
Señor Jesús, un joven, un perfecto judío se te acerca. Cumple fielmente todos los mandamientos. Le preocupa la seguridad de su salvación. Sabe que cumple todo pero le falta fe. Quiere “comprar” la salvación y está dispuesto a pagar por ella. Le pides un precio excesivo, ¡le pides todo!. Es realmente difícil para un rico entrar en el Reino de los cielos. No importa el nivel de su riqueza, no es necesario que sea grande, sino que tiene el corazón agarrado a ella y le cuesta dejarla y compartirla.
Los ricos echan en el cepillo del templo grandes cantidades mientras la pobre viuda solamente echa unos céntimos, sin embargo tu alabarás a esta pobre mujer porque comparte todo lo que tiene, mientras los ricos, siempre van a dar lo que les sobra, no lo que necesitan los demás. Tienen su corazón donde está lo importante para sus vidas, sus bienes, la propia seguridad. Nosotros también tenemos una riqueza, puede que muy pequeña, que nos impide ser generosos, que nos ata con esas cuerdas invisibles que obligan a estar sometidos a ella.
Es difícil que nos salvemos por nuestros propios medios o méritos, no somos nosotros los que nos salvamos, sino tú quien nos salvas gratuitamente. Nos conduces de la mano a tu Reino, y lo haces por amor, solo nos pide a cambio que confiemos, creamos y seamos felices. Si vamos asidos a tu mano, si no nos soltamos, viviremos felices porque el Reino de Dios ya estará en nosotros, y la riqueza dejará de tener alguna importancia y ya no costará desprendernos de ella.
Revisemos: ¿Estamos dispuestos a renunciar a todo, incluso a nosotros mismos, para seguirte?
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.