Oración de la mañana. Lunes 28 de marzo de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en camino de conversión
Señor Jesús, vuelves a Caná donde realizaste tu primer milagro, el signo de convertir el agua en vino, iniciando así tu vida pública. Habías declarado antes que ningún profeta es reconocido en su tierra. Llegas a Galilea, aquí sí te recibieron bien y creyeron en tu nombre, por todo lo que te habían visto realizar en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, también en Caná hiciste un segundo signo; ante los ruegos de un funcionario del Rey, un oficial pagano, que te pidió la curación de su hijo enfermo.
No te encierras en tu raza ni en tu religión, acoges a todos. El oficial tenía puestas las esperanzas en ti, te pidió que le acompañaras antes que muriese su hijo, siempre le respondiste lo mismo “Vete, que tu hijo vive”. También le reprochas su falta de fe: “Si no ven signos y prodigios, no creen”. Le costó ponerse en camino, al final tuvo fe en ti y marchó a su casa. “Antes de llegar los criados fueron a buscarle para decirle que su hijo estaba curado y al preguntarles a qué hora se había producido la mejoría, cayó en la cuenta que era la hora de Dios, tu hora, confirma su fe y creyó él con toda su familia.
Cuántos de nosotros limitamos la fe, solo a pedir prodigios y milagros. Queremos que escuches nuestra oración, resuelvas las dificultades al momento y hagas milagros con nuestras peticiones. El Evangelio nos está enseñando la única fe, que se apoya en tu Palabra. Eres el Dios que da vida; vences la enfermedad y la muerte. Es bueno que con honestidad nos preguntemos: ¿Cómo vivo la fe?. La fe siembra ya en el presente, lo que será fruto en la eternidad, el hombre nuevo para Dios. Entretanto habrá que trabajar con amor, esperanza y fortaleza, para transformar y mejorar el mundo en que vivimos.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.