Oración de la mañana. Viernes 29 de mayo de 2020.
Por Herlinda Gamboa y Julitze Mayurel.
Señor Jesús, «Tú lo sabes todo, sabes que te amo». Aquí estamos en tu presencia con el corazón dispuesto para renovar la llamada al amor en el servicio misionero.
«Hoy, me llamas por mi nombre, tu Evangelio es una amistad que Tú deseas. Me nombras y me pides que te siga. Siento cómo la ilusión y los miedos me invaden estoy tentado de mirar a otro lado, sé que todo sería vacío. Miro mis redes, mis ocupaciones, mis trabajos. Al pensar en seguirte y estar contigo todo cambia. Deseo dejarlo todo y caminar contigo no sé dónde iremos o con quién nos encontraremos estaré contigo y eso me basta».
Nuevamente junto al lago, con Pedro y toda la Iglesia suplicamos nos confirmes en la comunión del único Espíritu, Señor y dador de vida. Seguimos junto a María, como comunidad orante, damos testimonio de fortaleza y confianza en medio de la adversidad.
Ven, Espíritu de Consejo y enséñanos a discernir tu voluntad siempre dispuesta para el bien. Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén.
PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.