Por Edgar Magallanes, SJ.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Entro en la presencia de Dios Amor.
Te pido Señor: que yo quiera lo que Tú quieres, que yo haga lo que Tú haces y lo haga a tu modo.
Como sucedió en tiempos de Noé, así será en los días del Hijo del Hombre: comían y bebían, se casaban, compraban y vendían, hasta que Noé entró en el arca y el diluvio acabó con todos.
Reflexiono:
Caras vemos, corazones no sabemos. Pero Jesús sí ve el corazón. Si escucho la palabra de Dios, si le busco en mi día, si examino mi comportamiento y sentimientos y me corrijo con fe, gano la vida.
Me pregunto
¿Doy por supuesto que soy bueno y que no necesito corregirme?
¿Busco escuchar más a Dios en vez de hablar y hablar yo?
Jesús te dice: sígueme y no tengas miedo porque yo estoy contigo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.