La organización no gubernamental por los Derechos Humanos Una Ventana a La Libertad asevera que el motivo por el cual se originó el conflicto en el Centro Penitenciario de los Llanos este viernes 1 de mayo fue el impedimento, supuestamente, por parte de los efectivos de la GNB de hacerles llegar a los internos la comida que sus familiares les habían llevado.
Carlos Nieto Palma, director de la ong, corrobora la información asintiendo que el motín dejó un «saldo trágico» de 47 fallecidos y 75 heridos. «Los familiares le llevaban la comida a la cárcel porque (ésta) no se las da y los Guardias Nacionales que están allí custodiando no se las entregan sino que se quedan ellos con la comida».
Esta situación que describe Palma fue el detonante para la revuelta «y fue cuando se originó este motín carcelario».
El portal de UVL cita uno de los testimonios de una privado de libertad identificado como «Carotica».
«Desde que no hay visitas por la cuarentena estamos pasando hambre porque el pase de paquete no es igual. El viernes los guardias comenzaron con un aplique con la paquetería y un grupo de presos comenzó a protestar; a formar lío porque los guardias dejaban pasar un paquete y el otro se lo quedaban ellos. Las mujeres afueras estaban haciendo cola desde las 10 de la mañana para ingresar la comida y eran la 12:30 del mediodía y habían pasado muy poca y fue ahí cuando comenzó el alboroto», reseña la organización.
16 de los heridos se encuentran graves
Según el activista de los 75 heridos que fueron trasladados al hospital Miguel Oraá de Guanare 16 se encuentran en condiciones críticas por las heridas que recibieron.
Por otro lado, apunta que hasta la noche de este domingo 3 de mayo sólo se habían podido entregar 26 cuerpos de los 47 fallecidos. «Ése es un reflejo de lo grave que está el sistema penitenciario venezolano», apunta Nieto Palma.
La ministra Iris Varela declaraba el día sábado que se ordenó una «profunda investigación» sobre lo ocurrido. Hasta ese momento seguía manejando la tesis de que un líder negativo del penal había conminado a un grupo de los internos a fugarse.
Familiares de los privados de libertad niegan esta versión oficial.
«Nosotras también empezamos a reclamar que no nos alejaran del penal y lo poco que pudimos ver desde lejos fue cuando, en pleno tiroteo, comenzaron a entrar los guardias disparando hacia dentro. Luego de que finalizaron los disparos, comenzaron a llegar buses, Cicpc, patrullas y más guardias. Eso fue horrible» dijo con mucha angustia una de las damas que estaba, 20 horas después del hecho, cerca de las instalaciones del Cepella.
En el hecho salieron heridos una Teniente de la GNB por esquirlas y el director del centro penitenciario por arma blanca.
Colapso en el hospital de Guanare
Durante la noche del primero de mayo y la mañana del dos de mayo en las cercanías del Cepella, del hospital de Miguel Oraá de Guanare y en la sede del Cicpc-Senamecf (Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses) lo que había era mucha incertidumbre, desinformación y caos por parte de los familiares de privados de libertad porque no se conocía con exactitud la identidad de las víctimas.
La situación colapsó hasta el punto que en el Senamecf de la entidad llanera solicitaron apoyo a los equipos de los estados Lara y Barinas para poder hacer el reconocimiento de los cadáveres, proceder con las autopsias de rigor y hacer entrega de los cadáveres para su posterior entierro.
En la sede del Senamecf así como en el hospital, informaron los familiares que los profesionales de esas áreas solicitaban a parientes la compra de algunas insumos médicos y limpieza como por ejemplo cloro, jabón, batas quirúrgicas y guantes. Esta solicitud la realizaban, supuestamente, debido a la falta de materiales para hacer las labores forenses y entregar los cuerpos.
Hasta la mañana de este lunes no se había podido dar con el reconocimiento completo de los 47 cadáveres, de acuerdo a lo que denunciaba también la diputada a la AN por Portuguesa María Gabriela Martínez.
