El Metro de Caracas cumple 37 años

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Metro de Caracas abandonado

El 2 de enero de 1983 se puso en marcha por primera vez el Metro de Caracas, sus primeros pasajeros dieron un maravillado vistazo al futuro al recorrer los 11 kilómetros y medio de su primera línea: Propatria – La Hoyada.

Sus estaciones, planificadas y construidas para embellecer sus inmediaciones, se convirtieron de inmediato en un referente del urbanismo de la ciudad. Cada inauguración provocaba los suspiros de los caraqueños que vivían en sus inmediaciones, como es el caso de Plaza Venezuela, Plaza Francia o el Bulevar de Sabana Grande.

Hoy, el Metro de Caracas cuenta con 5 líneas y cerca de 71 kilómetros de extensión y es el sistema de transporte más importante de la ciudad. Sus líneas más antiguas, la 1 y 2, transportan a diario alrededor de 1 millón 450 mil pasajeros.

El del Metro no es un cumpleaños feliz

Sin embargo, a pesar de tener un crecimiento constante, el Metro de Caracas está celebrando un cumpleaños difícil, las constantes fallas, junto a la cantidad de vagones dañados, generan constantes retrasos.

En la actualidad, los torniquetes permanecen inactivos y ya no verifican los boletos ni controlan las entradas. En cambio, los pasajeros entregan un pequeño cartón a un empleado que los rompe y los introduce en una caja de cartón, una clara señal de retroceso respecto a los 35 años anteriores.

De acuerdo con la Organización No Gubernamental Familia Metro, antes el promedio de espera de un nuevo tren era de 90 segundos, hoy, sobrepasa los 20 minutos. Además, según la misma organización, en 2019 se produjeron un promedio de 38 fallas diarias.

Además, el Metro pareciera haber sido abandonado, sus estaciones permanecen sin vigilancia, el agua se filtra y circula a cataratas dentro de los vagones y la anarquía e inseguridad han provocado que muchos venezolanos decidan no volverlo a utilizar.

Incluso los discapacitados están a su suerte a día de hoy dentro de sus estaciones, las escaleras mecánicas y ascensores paralizados obligan a los usuarios a cargar a sus familiares discapacitados en sillas de ruedas por las escaleras fijas y los que viajan solos están a su suerte entre las estampidas de personas que se empujan para entrar y salir del servicio.

Por si fuera poco, muchas de las estaciones que otrora fueron un ejemplo de embellecimiento urbano, como la de Plaza Venezuela, son víctima del olvido y la falta de cuidado de usuarios y autoridades, llenas de basura y escombros y con su infraestructura deteriorada.

Mientras tanto, las promesas de mantenimiento y mejoras parecieran no terminar de cumplirse y los usuarios y empleados siguen perdiendo su fe en el servicio. Muchos son los venezolanos que han preferido caminar o pagar una buseta antes de volver a entrar a una estación del Metro.

El metro de Caracas hoy cumple 37 años, pero no es precisamente un cumpleaños feliz.