Protestas y detenciones tras las elecciones en Estados Unidos

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Simpatizantes de Donald Trump demandan un recuento de todos los votos en algunos estados
Simpatizantes de Donald Trump demandan un recuento de todos los votos en algunos estados

Estados Unidos vive tensos momentos en el marco de las elecciones presidenciales, de las cuales aún no se han contado todos los votos y algunos medios proyectan como ganador al demócrata Joe Biden.

En medio de la incertidumbre, ciudadanos de Filadelfia, Portland, Minneapolis y Nueva York protestaron en contra del gobierno del presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección Donald Trump.

A favor y en contra

«No Trump, no KKK, no facist USA» (No a Trump, no a la KKK y no a un Estados Unidos Racista), era una de las consignas que gritaban los manifestantes en Washington Square, al sur de la Gran Manzana.

Allí, la policía de Nueva York arrestó a varios de estos ciudadanos, alegando que aunque respetan la libertad de expresión, dan prioridad a la «seguridad ciudadana».

«Algunos ciudadanos intentaron apropiarse de una protesta pacífica encendiendo fuegos, lanzando basura y huevos en Manhattan», dijo el cuerpo policial en su cuenta de Twitter, al referirse a los 20 detenidos.

La policía de Nueva York informó la creación de una unidad especial para investigar actos de saqueo en caso de que las manifestaciones se tornen violentas.

También en Minneapolis los estadounidenses marcharon en contra del proceso electoral aunque, en este caso, no se inclinan por ningún candidato. Para ellos, ninguno de los dos les devolverá las libertades perdidas.

Esta ciudad estuvo en el centro de la polémica durante las protestas raciales de los meses de mayo y junio, tras la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de la policía.

En Filadelfia, por otro lado, simpatizantes del actual presidente de Estados Unidos salieron a las calles a pedir el recuento de todos los votos y que se respete el proceso democrático.

«Cada voto cuenta, cuenten cada voto», se leía en los carteles de los manifestantes, que apoyaban la decisión del comando de campaña del Republicano de demandar a las autoridades electorales de Pensilvania por un proceso electoral que califican de «sospechoso».