Este domingo 4 de septiembre, más de 15 millones de personas votarán en el plebiscito entre el “apruebo” o el “rechazo” de la nueva Constitución de Chile.

El texto cuenta con 12 capítulos y 388 artículos donde se abordan distintas temáticas como el derecho del agua, cuidados del medioambiente, equidad de género y el derecho de personas cuidadoras, entre otros. 

A lo largo del país habrá 2 mil 914 locales de votación que contarán con 38 mil 758 mesas.

En tanto, el padrón electoral supera los 15 millones de personas habilitadas para sufragar mientras que 97 mil 239 están habilitadas en el extranjero.

«Todos los chilenos y chilenas les digo que estamos construyendo un país en unidad y que independiente cual sea el resultado, el rol que voy a jugar (…) es en encontrarnos como país, avanzar en justicia, igualdad y mayor crecimiento para todos y todas», señaló el Presidente Gabriel Boric, trar votar.

¿Qué se vota en el plebiscito?

De acuerdo con el Servicio Electoral de Chile (Servel), este Plebiscito Constitucional es la última etapa del proceso iniciado en 2020, cuando otro Plebiscito Nacional tuvo lugar para decidir si se conformaría o no una Convención Constitucional para cambiar la actual Constitución Política de Chile, aprobada en 1980 en tiempos de la dictadura de Pinochet.

A diferencia de las elecciones presidenciales y legislativas en Chile, en las que el voto es opcional, la participación en este es obligatoria para todos los que tengan domicilio electoral en el país.

Quien no participe se arriesga a una multa de hasta 3 UTM (Unidad tributaria Mensual), es decir, cerca de 176 mil pesos (200 dólares).

El Padrón Electoral Definitivo para puede consultarse aquí. Según Servel, hay 15.173.857 electores habilitados a votar, de una población total cercana a los 20 millones.

¿Qué pasa si gana el «Apruebo»?

El texto producido por la Convención Constitucional se convertirá en la nueva Constitución de Chile, derogando a la actual. En el futuro podrá ser sometida a reformas.

¿Qué ocurre su gana el «Rechazo»?

En este caso, si el proyecto producido por la Convención Constitucional es rechazado en el plebiscito, seguirá vigente el actual texto.