Delta Amacuro está entre los estados más violentos de Venezuela. El hecho de ser una entidad poblacionalmente pequeña, económicamente deprimida y geográficamente estratégica, la posicionan dentro de este flagelo según el más reciente informe anual del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV).
Su geografía, como puerto seguro a países del Caribe, ha hecho anidar allí a diferentes organizaciones criminales.
Esta realidad lleva a su vez otras consecuencias que lo ubican como el octavo estado más violento del país. Esta entidad repite por segundo año consecutivo en este estudio.
La lista la encabezan Miranda, Bolívar, Sucre, Aragua y Distrito Capital. A ellos le siguen el sexto lugar el estado Monagas y luego Guárico, Delta Amacuro y Zulia.
La lista de las 10 entidades más violentas la cierra Portuguesa, donde las bandas se dedicaron a la extorsión de la agroindustria, según el Observatorio.
Red desmantelada
Una organización de trata de personas con nexos internacionales fue desmantelada recientemente según informaron las autoridades oficiales.
De acuerdo con la versión oficial, los implicados usaban al Delta como puerto de salida hacia los países República Dominicana y Trinidad y Tobago. La información también había sido anunciada por el Fiscal General designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab.
Douglas Rico, comisario general del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, detalló que los involucrados habían establecido una ruta fluvial corta, entre el sur de Monagas y el municipio Tucupita, para así burlar los puntos de control.
Usuarios en redes sociales cuestionan estas afirmaciones debido a que para arribar a ambos puntos, se debe atravesar por varias alcabalas.
Según Rico, los ahora acusados cruzaban desde Guarita, estado Monagas, hasta Carapal de Guara, en el municipio Tucupita. Una vez en Delta Amacuro, recibían hospedaje hasta que finalmente partían hacia Trinidad y Tobago.
Delta Amacuro no solo es inseguro puertas adentro sino también hacia sus conexiones marítimas más cercanas. El reciente desmantelamiento podría ser apenas un síntoma de la grave enfermedad de la violencia y de todo lo que se deriva de ella.