El grito desgarrador de los jóvenes: la verdadera narrativa

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Grito desgarrador jóvenes
Referencial/Foto: AFP

El cristiano tiene muchas maneras de orar y entre ellas está la oración de petición, modo que el mismo Jesús recomendó a sus discípulos al decir: “Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen a la puerta y les abrirán”. (Lc 11,9).

Hay muchos modelos de petición, pero, entre todos, hay uno que indica que cuando elevamos una súplica a Dios tomamos conciencia de los límites de nuestra condición humana y, al mismo tiempo, de situaciones vividas que desbordan nuestras fuerzas; entonces, desde lo más hondo de nuestras entrañas, surge un grito desgarrador de auxilio a Dios.

Pues bien, el día de Pentecostés, en la parroquia San Alberto Hurtado y José Gregorio Hernández (SAH y JGH), en la parte alta de La Vega, Caracas, se organizó una celebración juvenil y se dejó un espacio para que los jóvenes de esta comunidad invocaran el auxilio del Espíritu Santo; cada petición fue una expresión desgarradora de la realidad que viven los jóvenes y cómo se sienten ante ella:

“Que no haya más feminicidios y que nos dé fuerza para defendernos de esa violencia”. Y es que, según la ONG Utopix, durante 2022 hubo 236 feminicidios y, según registros de la comunidad, cinco sucedieron en La Vega.

“Por los niños y ancianos que quedan solos y abandonados, muchos en situación de calle”. Según la ONG Cecodap, ya para 2020 existía alrededor de un millón de niños y niñas dejados atrás a causa de la migración forzada. Y según la ONG Convite, en el país hay entre 500 y 600 mil adultos mayores que viven solos y en situación de alta vulnerabilidad y riesgo.

“Por nosotros, los jóvenes, para que valoremos la vida y no caigamos en las drogas ni en el suicidio”. El Observatorio Venezolano de Violencia publicó recientemente un informe según el cual en el país se registraron 2.173 suicidios durante 2022 y, en los últimos años, la tendencia a quitarse la vida ha aumentado entre jóvenes de 18 a 24 años y adultos de 30 a 60 años. 

En Pentecostés se elevó al cielo, en muchas partes del país, el grito desgarrador de nuestra juventud; se escribió un auténtico manifiesto juvenil, una narrativa amasada por la realidad. 

Tres días después, el presidente de Brasil, Lula da Silva, le decía al mundo -y parafraseo- que éstas no son realidades, sino narrativas construidas desde el “Imperio”, por los enemigos del Gobierno venezolano, ante las cuales propuso a Maduro “deconstruir la narrativa que se ha creado sobre Venezuela y construir una nueva”.

Alfredo Infante sj es el Provincial de la Compañía de Jesús. @SICalfredo

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