Fe y Alegría alcanzó los 69 años de su fundación y en la capital del estado Monagas, los programas EduComunicación, Capacitación y Escuelas dijeron presente para conmemorar esta importante fecha con una concentración, una caminata y una misa.
Este 5 de marzo, el personal docente, administrativo y obrero, acompañados de representantes y estudiantes, se dieron cita en el colegio Padre Luis Antonio Ormieres, ubicado en el sector La Murallita, en Maturín, para festejar un año más de Alianza por la Educación.
Entre las múltiples conversaciones que se escuchaban durante el evento, una particularidad se destacaba continuamente: la capacidad del movimiento Fe y Alegría de convertirse en un segundo hogar para todos aquellos que voluntariamente se suman a formar parte del corazoncito rojo.
Elizabeth Millán, directora de la escuela Padre Luis Antonio Ormieres, comentó que a lo largo de los 24 años que ha sido parte del movimiento educativo, Fe y Alegría se ha convertido en un segundo hogar.
“Mis comienzos fueron en aula como maestra, con los niños muy pequeños: de primero a sexto grado. Eso me llenó mucho al ver esos niños necesitados de amor, de cariño, de afecto, de lo que no tenían en el hogar y que nosotros sí podíamos atenderlos y dárselo”, contó.
La profesora Elizabeth sostuvo que ver a esos mismos niños crecer y convertirse en personas que hoy en día reconocen a sus maestros y agradecen su educación es un orgullo, algo que la llena, la fortalece y reivindica su paso por Fe y Alegría como “una de las experiencias más significativas y bonitas que he tenido”.
Conectando con posibilidades
Aliados de Fe y Alegría en Monagas también hicieron llegar sus felicitaciones por celebrarse 69 años de la creación de un movimiento que más que unir personas, une a un país en un mismo corazón.
Erika Núñez, coordinadora de Desarrollo Comunitario de Fundación Empresas Polar, se señaló a sí misma como una persona vinculada a Fe y Alegría y su historia, inclusive desde la llegada de este movimiento a Maturín.
“Es una alianza muy estrecha. Nos unen los valores, el compromiso, la excelencia y el conectar con posibilidades. Fe y Alegría para mí es luz en el camino y es una experiencia de sostenibilidad en Venezuela y en muchos países donde hoy nos da el ejemplo”, añadió.
Erika, Elizabeth y todos aquellos que son parte de la Alianza por la Educación desde Maturín, celebran la buena noticia que representa Fe y Alegría en Venezuela y en muchos otros países.
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