Tal como lo anunciaron las autoridades nacionales, este 2 de octubre las familias bolivarenses atendieron el llamado para el inicio de clases. En este sentido, la afluencia de alumnos se mantuvo favorable; sin embargo, padres y representantes refirieron haber tenido problemas para costear los útiles escolares, mientras que los planteles presentan fallas en el servicio de agua e infraestructura. 

El equipo de Radio Fe y Alegría Noticias se trasladó a tres escuelas públicas de San Félix que fueron atendidas por las Brigadas Comunales Militares para la Educación y la Salud (Bricomiles); la vista evidenció que el apoyo se limitó a pintar la fachada de las instituciones y donar láminas de zinc para reparar a medias las averías en los techos. 

“Los representantes han acatado el llamado a clases. Este año escolar gracias a la ministra de Educación, Yelitze Santaella, nos asignaron unos materiales para la recuperación de nuestra escuela. En tiempo de vacaciones trabajamos, pero aún nos falta recuperar los espacios. Los principales problemas que tenemos son la cerca perimetral, que está metida en presupuesto, y el techo que necesitamos reemplazarlo. Las protestas son una realidad que no podemos ocultar, pero mi grupo de docentes se ha abocado a su trabajo. Inicialmente, acudían a sus reuniones en asamblea, pero continuaron con su proceso de clases”, declaró Luisa Velásquez, directora de la Unidad Educativa Nacional Mercedes Prospert. 

En el caso del Mercedes Prospert, la cerca perimetral de la institución permanece rota, lo que, según refirieron los docentes, ha propiciado asaltos en horas de la tarde. 

En este sentido, ninguno de los colegios visitados cuenta con aire acondicionado ni un servicio de agua consistente. Según los diarios regionales, la falta de impermeabilización y la destrucción de los techos son de las principales problemáticas de las instituciones, a las cuales se les suma la falta de agua y las consecuencias de las olas de calor en la región. 

“El reinicio ha estado efusivo. Los padres han acatado el llamado y están viniendo a clases. El principal de este colegio es el servicio al agua. Muy poco hay agua. Viene cada dos días. Además, se sabe que no es un gran sueldo el que tenemos. Necesitamos una mejora, ya que no nos alcanza”, declaró una docente de la Unidad Educativa Silvana de Irady que prefirió mantenerse en el anonimato. 

Según las cifras del Colegio de Profesores del estado Bolívar, el 80% de los planteles no están en condiciones óptimas para recibir a los alumnos. Asimismo, Aida González, secretaria general del gremio, ha referido que los mantenimientos se han limitado a arreglos superficiales y no dan respuesta a las problemáticas estructurales. 

Útiles y uniformes: un reto para el bolsillo de los bolivarenses 

Desde enero de 2023, el gremio docente ha encabezado más de 1700 protestas en el país según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. Las manifestaciones exigen dignificación del salario y firma de un nuevo contrato colectivo. 

Un docente recibe 130 bolívares, es decir, menos de 5 dólares como sueldo, lo que ha suscitado una crisis en el gremio. Sobre esto, la ministra de Educación, Yelitze Santaella, declaró a través del canal nacional Venezolana de Televisión que “se dará respuesta cuando haya condiciones económicas en el país”. 

No obstante, los educadores no son los únicos afectados por la crisis, padres y representantes también manifestaron haberse visto en aprietos para comprar la lista de útiles y cumplir con el uniforme escolar de sus representados. 

“Me costó comprarlo porque las cosas no están bien. Gasté aproximadamente unos 50 dólares. La escuela está más limpia. Por lo menos el plantel se ve un poco mejor”,declaró un representante de la Unidad Educativa Silvana de Irady. 

“Tengo una hija de 7 años. Cuesta comprar las cosas, está difícil. Yo gasté en uniforme y útiles como 80 dólares. Yo soy cocinera y entre mi sueldo y el de mi esposo pudimos comprarlo”, manifestó Beatriz Farfán, madre de la Unidad Educativa Bolivariana Miguel Marmión. 

Durante el recorrido de Radio Fe y Alegría Noticias en la Unidad Educativa Bolivariana Miguel Marmión, el director de la institución, Levis López, se mostró hostil con el equipo de prensa, rechazando que las maestras ofrecieran entrevistas y solicitando al reportero ver las grabaciones hechas en las instalaciones. 

“La semana pasada varios padres me comentaron que no han comprado útiles porque no tienen el dinero. No han comprado uniformes, también el tema de la comida. Se está dificultando el regreso a clases para los niños”, enfatizó una maestra de la Unidad Educativa Básica Bachiller Felipe Hernández. 

La Federación Venezolana de Maestros seccional Caroní calculó un monto de entre 300 y 400 dólares para costear las listas de útiles; sin embargo, los padres expusieron que gastaron montos menores, ya que no compraron todos los artículos limitándose a lo más indispensable. 

“Tengo dos hijas en este colegio. Gasté 200 dólares en útiles y uniformes. No se me hizo difícil porque mi esposo está en las minas”, respondió una representante, quien relató que el padre de sus hijas tuvo que emigrar al sur del estado y dedicarse a la minería ilegal para poder sostener a la familia.

Esta actividad representa gran peligrosidad para quienes la ejercen, ya que además de la falta de herramientas, la zona permanece controlada por grupos armados irregulares y ha sido escenario de matanzas. A su vez, el Estado venezolano mantiene una operación de expulsión contra los mineros ilegales, lo que ha suscitado enfrentamientos en la zona. 

Continúan las protestas: trabajadores de CVG exigen cumplimiento de contrato colectivo

Educadores y gremios han manifestado que continuarán protestando para acceder a mejores condiciones laborales. Sin embargo, sindicatos en Bolívar han denunciado el acoso al que el personal directivo ha sometido a los educadores que participan en estas actividades. 

A su vez, la Zona Educativa del estado Bolívar, ahora Centro de Desarrollo de la Calidad Educativa, ha citado a los educadores y buscado desligarlos de las actividades de protestante. La Coalición Sindical Magisterial y el Colegio de Profesores han denunciado suspensión de salarios para profesores vinculados a estas actividades.

En paralelo a la reactivación de las clases, en Alta Vista, trabajadores de CVG Bauxilum protestaron para exigir el cumplimiento de la cláusula 25 de su contratación colectiva, la cual establece que las empresas básicas deben costear las matrículas de los hijos de los trabajadores que cursen estudios en colegios privados. 

Con uniformes puestos y pancartas, los padres protestaron junto a sus hijos para reclamar que no han podido iniciar clases, ya que la compañía no ha cumplido con el pago de matrícula. 

En contexto, el reclamo data de 2022, cuando las empresas básicas, incumpliendo con los acuerdos firmados, redujo el aporte educativo para los trabajadores que abarcaba pagar inscripción y mensualidades de los colegios. 

CVG Bauxilum resolvió dar un monto de 55 dólares por trabajador- sin importar la cantidad de hijos que este tenga- a modo de aporte educativo, lo que incumple con la cláusula 25 del contrato colectivo, la cual obliga a la empresa a hacerse cargo del 100% del monto de las colegiaturas de todos los hijos del trabajador. 

En este sentido, los representados ven en riesgo su prosecución escolar, puesto que sus padres no pueden costear los más de 70 dólares que cuestan las instituciones privadas. 

“Soy madre de dos hijos. Uno en terminando bachillerato y otra en edad universitaria. Mi hija tuvo que congelar su semestre para que yo pudiera pagar el último año de bachillerato de su hermano. Aquí estoy después de 3 meses con una historia que no subsano, sino que se agravó. Tengo una deuda con la escuela y ahora no me quieren dar la documentación en el liceo porque no he cancelado la deuda pendiente. Cuando deciden darnos solo 55 dólares por trabajador, todo el proceso se vio afectado. Convenimos en que ella congelara y el otro terminara. Yo cancelé 55 dólares mensuales y me quedó pendiente una diferencia que se acumuló. Mi deuda es de 500 dólares. El colegio no me dará la documentación hasta que no pague la deuda”, declaró Francisca Rojas, trabajadora de Bauxilum. 

En este sentido, voceros de la manifestación alegaron que han puesto el reclamo en múltiples oportunidades en la empresa y no han obtenido respuesta.

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