El fotógrafo y videógrafo Carlos Debiais, quien está detenido desde hace cinco meses por sobrevolar un dron cerca de la refinería de Amuay en el estado Falcón, tiene boleta de excarcelación desde el martes 12 de abril. Sin embargo, hasta que la ministra de Asuntos Penitenciarios, Mirelys Contreras, no envíe un correo certificando la excarcelación, Debiais no podrá estar fuera de las rejas.
El equipo de Radio Fe y Alegría Noticias conversó con Jhoss Almera, esposa de Debiais, quien expresó que el fotógrafo actualmente está en un estado de ansiedad y depresión por estar recluido en un penal considerado de alta peligrosidad como El Rodeo II.
En este centro está desde el miércoles 23 de marzo. Durante cuatro meses estuvo en la sede de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleíta, Caracas.
“Dice que está muy triste en todas las ocasiones que se ha logrado comunicar con nosotros”, contó Almera. No obstante, desde que está en El Rodeo II, no ha podido ser visitado por su padre por ser hombre. En ese penal solo permiten las visitas de mujeres. La madre, hermanas y esposa de Debiais viven en el interior y es el padre quien ha estado al frente de todo el proceso de su hijo.
Almera comenta que el caso de su esposo ha estado lleno de irregularidades desde su detención y que durante las audiencias preliminares “se evidenció que no violó el espacio aéreo, así como tampoco logró hacer tomas del lugar”, dijo.
Inicialmente, a Debiais lo acusaron con los cargos de “terrorismo”, “asociación para delinquir” y “violación del espacio aéreo”. Sin embargo, Almera señala que ahora solo lo imputan por “violación de régimen de la nación” por cuatro años y con una medida cautelar, la cual se desconoce.
Hasta la fecha, la familia sigue a la espera de la excarcelación de Debiais; pero según información del director del penal, deben esperar que la funcionaria Contreras certifique la excarcelación a través de una llamada o correo electrónico.
Entorno familiar afectado
Almera narró que el entorno familiar del fotógrafo está afectado desde hace cinco meses cuando a Debiais lo detuvieron.
“Inicialmente estuvimos todos en una crisis, en shock mental. Nuestro estado anímico en estos meses ha sido una montaña rusa emocional entre estar ilusionados y desesperanzados”, dijo. Además, agregó que uno de los más afectados es el hijo de ambos, quien solo cuenta con cinco años de edad; y pregunta constantemente que cuándo su papá va a salir de ese “lugar feo”, expresa por los comentarios que escucha de sus familiares.