La crisis hospitalaria en Anzoátegui prende las alarmas

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Foto: José Félix Millán | Radio Fe y Alegría Noticias

Con la llegada de la COVID-19 al país, la crisis hospitalaria en Anzoátegui ha alcanzado niveles alarmantes.

La disposición de escasos recursos solo a los pacientes con la enfermedad, ha dejado desprotegidos a quienes presentan otras patologías, muchas de ellas crónicas y que pueden resultar tan mortales como el virus pandémico.

Así lo denuncian las organizaciones no gubernamentales pertenecientes a la Red de Derechos Humanos del estado Anzoátegui (Redhanz) y el Colegio de Médicos de la entidad.

Para Víctor Velázquez, presidente del Colegio de Médicos de Anzoátegui, el incremento en las cifras de mortalidad en otras patologías ajenas al Coronavirus es un indicador irrefutable de la desatención que están padeciendo el resto de los pacientes.

«Dedicar todos los recursos, todos los esfuerzos a atender la COVID-19 significa que estamos olvidando a otros pacientes con otras patologías que son tan graves y con números tan mortales como esa», exclamó.

En el caso de los pacientes con hemofilia, ninguno de los tres centros asistenciales dispuestos para su tratamiento en el estado, entre ellos el Hospital Luis Razetti de Barcelona, les ofrece en estos momentos esperanza de vida. La falta de factores de coagulación y la inoperatividad de los bancos de sangre hace imposible su tratamiento, control y diagnóstico.

De acuerdo con la Asociación Venezolana para la Hemofilia, alrededor de 254 personas en Anzoátegui que presentan esta enfermedad corren con el riesgo de padecer minusvalía o fallecer por la interrupción del tratamiento.

El cáncer no espera

Un panorama similar es el de los pacientes oncológicos de ese mismo centro de salud, el principal de la entidad y que años atrás brindaba tratamiento a personas de otros estados.

Hoy por hoy reciben quimioterapia con fecha de vencimiento de hace dos años según declaró a Radio Fe y Alegría Noticias el padre de una niña de apenas nueve años con leucemia linfonblástica aguda.

«El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales nos entrega medicamentos que pasan los dos años de vencidos que ni los mismos médicos los quieren colocar para no agravar el cuadro de los niños», aseguró este padre.

Fundaciones al rescate

Ante la falta de respuesta gubernamental, las fundaciones y organizaciones no gubernamentales han asumido la responsabilidad de garantizar medicamentos y alimentos en la medida que sea posible, resultando siempre insuficiente ante la gran carencia.

Fundación Leiva, Cáritas de Venezuela y Puertas al Cielo prestan la ayuda que necesitan los pacientes con cáncer del Hospital Razetti.

Para los pacientes con hemofilia y otras coagulopatías llegan aportes de la Federación Mundial de Hemofilia que no es más que una red mundial de organizaciones de pacientes en 140 países y que cuenta con el reconocimiento de la Organización Mundial de la Salud.

De acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos Humanos: «toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, salud y el bienestar, en especial la alimentación, el vestido la vivienda, la asistencia sanitaria y los servicios sociales necesarios «.

El silencio por parte de las instituciones del Estado y la ausencia de cifras en Venezuela ha obligado que las organizaciones en defensa de los derechos humanos y organismos internacionales sean la única fuente de información. Y en ocasiones no alcanzan a medir toda la crisis hospitalaria en Anzoátegui

Mortalidad materna en repunte

De acuerdo con cifras ofrecidas por la ONG Vigilancia Integral del Derecho a la Salud (VIDAS), la cifra de mortalidad materna en Anzoátegui hasta el final del tercer trimestre de este año alcanzó las 47 mujeres fallecidas; Hasta ahora, una muerte menos que las registradas en todo el 2019.

«Para el año 2019 la mortalidad materna en el estado, en valores absolutos, fue de 48 casos. Lo esperado, de acuerdo los estándares internacionales, es un máximo de 11 casos. Eso nos da una tasa de unos 300 casos por cada 100 mil nacidos vivos cuando uno espera tener 74 casos», expresó el titular del gremio médico.

Crisis hospitalaria en Anzoátegui aleja a los pacientes

Otro punto que señala Velázquez es que el año pasado a nivel estadal se detectaron 24 mil casos de paludismo y este año solo 600.

A su juicio, este no es precisamente un indicador favorable; Lo atribuye más bien a que las personas prefieren medicarse en casa por la poca atención que ofrece la red pública de salud debido al desabastecimiento de insumos y medicinas, más la escasez de gasolina y transporte público.

La grave crisis hospitalaria que enfrenta Anzoátegui no tiene precedentes. Ninguno de hospitales de Anzoategui cuenta con Rayos X, servicios de Anatomía patológica o una unidad oncológica sólidamente constituida.

Estos datos provienen de una investigación hecha por Redhanz que además destaca la precariedad de los servicios básicos como agua y electricidad.

Los datos de Redhanz dan cuenta de la crisis hospitalaria en Anzoátegui.

Fuga de cerebros

El año pasado, el gremio médico en la entidad denunció que el éxodo de profesionales a otros países había dejado sin el 50% de las enfermeras y demás trabajadores del sector salud.

En lo que va de año, la cifra es del 66%. Solo queda un 34% del personal que trabaja por compromiso ético sin un salario digno ni insumos necesarios.

No hay salud sin buena nutrición

Partiendo de que la salud comienza por el acceso a una alimentación de calidad y el bienestar del individuo, otro punto que vale la pena analizar es la desnutrición infantil.

En este año, de acuerdo con números ofrecidos por Redhanz, un 34% de la población infantil de Anzoátegui corre riesgo desnutrición. Esto es más del doble de lo registrado el 2017, cuando se situó en 15.

Los defensores de los derechos insisten en que las estadísticas deben ser dominio público. DE esta manera se podrá solicitar u organizar la ayuda y hacer un mejor uso de los recursos.

Pero la crisis hospitalaria en Anzoátegui no solo es por falta de infraestructura o insumos médicos.

Durante esta pandemia, Anzoátegui ha sido el segundo estado con mayor número de fallecidos en el gremio médico, luego del estado Zulia con 31 decesos. A pesar de estas pérdidas, los médicos siguen sin recibir insumos para evitar la exposición al Coronavirus.

Especialistas aseguran que ha habido un incremento de casos y defunciones con sintomatología asociada a la COVID-19 en las zonas centro y sur de Anzoátegui, y lo atribuyen al comportamiento centrífugo de la pandemia: es decir, se extiende hacia los municipios foráneos para después arreciar en su segundo rebrote hacia la zona metropolitana que une a los municipios Guanta, Sotillo, Simón Bolívar y Urbaneja.

Asumir el compromiso de cuidarse y cuidar de otros es fundamental en la lucha contra la COVID-19. La prevención sigue siendo la mejor arma contra el virus con el cumplimiento de las medidas de bioseguridad incluso en días de flexibilización.