La crisis económica golpea duramente a toda la sociedad. Los educadores, por ejemplo, sueñan con mejores condiciones de vida, con un mejor salario, con estabilidad laboral, social y emocional.
Ellos, quienes son los constructores de una sociedad nueva, sueñan con otro país. Uno lleno de oportunidades, donde todos y todas puedan satisfacer sus necesidades básicas, para seguir apostando a una sociedad de iguales.
Los docentes de educación física forman parte de este grupo. Históricamente los mitos se tejen sobre estos profesionales, quienes tienen la responsabilidad de impartir conocimientos sobre la cultura física a niños, niñas y adolescentes.
En Caracas nos encontramos con Naigvella Márquez y José Luis Lucena, dos profesionales que contaron a Radio Fe y Alegría Noticias sus historias de vida y su compromiso inaplazable con la sociedad, más allá de la crisis humanitaria compleja que vive Venezuela.
Márquez tuvo que hacer maromas para poder graduarse: empezó por inscribirse en la carrera de Artes Escénicas en el Pedagógico de Caracas y con el tiempo pudo hacer el cambio para poder optar por educación física.
Su inspiración para conseguir su cometido, fueron sus docentes de educación física en la escuela primaria. Y ahora, cuenta que su estrategia para mantenerse en esta carrera es ser auténtica, espontánea y luchadora, para que sus estudiantes sean mejores personas y puedan aspirar a tener un país de paz y armonía.
Por su parte, José Luis Lucena, primero fue atleta, lo cual lo llevó a definirse por la carrera de educación física. Sus entrenadores fueron su inspiración.
Para Lucena, la educación física impacta positivamente en los estudiantes, pues les permite ser más integral, más organizado, más cuidadoso y esto contribuye a ser mejores personas y hacer sus aportes a la sociedad.
A esta pareja de profesores, como a otros, la crisis los golpea duramente, pero ellos se reinventan para seguir cumpliendo con su rol por la construcción verdadera del país que todos merecen.
Naigvella y José Luis nunca pensaron en irse del país; por el contrario, siguen apostando por el desarrollo integral de la cultura física, sobre todos de los sectores populares de la Ciudad Capital.
El otro país existe, pero no se conoce. Son muchas las iniciativas y experiencias comunitarias que se han activado para contribuir a la Venezuela posible de todos y todas.
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