Varios miles de indígenas de Ecuador llegaron el lunes 20 de junio por la noche a Quito en el octavo día de protestas contra el precio de los combustibles.
Tras el ingreso de la marcha a la capital, el presidente Guillermo Lasso amplió el estado de excepción impuesto desde el pasado sábado 18.
Lasso ordenó la medida en las provincias de Pichincha (cuya capital es Quito), Cotopaxi e Imbabura, a las andinas Chimborazo y Tungurahua, y la amazónica Pastaza.
La opositora Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), impulsa desde hace una semana marchas en Quito y otras ciudades.
La razón de la protesta
Según han dicho que la protesta que ha incluido bloqueos de rutas, es para reclamar al Ejecutivo una rebaja de precios de combustibles.
El galón de diésel subió un 90% (a 1,90 dólares) y el de gasolina corriente en 46% (a 2,55) en casi un año.
La Conaie, liderada por Leonidas Iza desde 2021, reclama rebajarlos a 1,50 y 2,10 dólares, respectivamente.
Para aceptar conversar, los indígenas, que representan más de un millón de los 17,7 millones de ecuatorianos, piden que el gobernante atienda un pliego de 10 demandas.
Pero Lasso ha enfatizado que la rebaja de los combustibles no es negociable.
Respuesta oficial
El jefe de Estado aseguró este lunes que no permitirá que se imponga el caos en el país durante las manifestaciones contra el Gobierno.
«Estoy aquí para proteger a los ciudadanos. Lucharé siempre por defender la democracia y a la voluntad del pueblo ecuatoriano», escribió Guillermo Lasso en su cuenta de Twitter.
Balance
En una semana las manifestaciones dejan 63 agentes heridos y otros 21 retenidos y liberados, según la Policía.
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos reportó a su vez 79 detenidos y 55 civiles heridos.