El Observatorio Venezolano de Orisiones (OVP) informó que en una semana fueron ingresados a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, cinco presos provenientes de la comunidad penitenciaria Fénix Lara, ubicada en el norte de la ciudad.
Según datos que obtuvo el Observatorio, los privados de libertad habrían muerto a causa de tuberculosis. Todos padecían de desnutrición severa, ya que en los últimos meses habían rebajado más de 30 kilos y se les apreciaba la piel pegada a los huesos del cuerpo.
La directora del OVP, Carolina Girón, apuntó que los reclusos están recibiendo solamente una comida al día y su dieta consta de una pequeña ración de arroz, agua de pasta o una arepa sin relleno. Además, señaló que en ocasiones los hombres no reciben alimentos durante todo el día, mientras que las mujeres reciben el mismo menú, dos veces por día.
Por su parte, familiares de los presos denunciaron que en el centro penal no cuentan con un servicio médico que funcione durante las 24 horas del día y tampoco con insumos para atender cualquier emergencia.
“Para sacar a un preso hasta el Hospital, tiene que estar muriéndose”, expresó uno de los parientes, al tiempo que relató que en la cárcel exigen las órdenes judiciales para efectuar dichos traslados. Pero la paralización de los tribunales desde el inicio de la cuarentena obligatoria, ha imposibilitado esta gestión y cuando se consigue a través de un juez, desde el mismo penal niegan los traslados.
También se pudo conocer que el área de visita fue habilitada porque no tienen suficiente espacio en enfermería. Los presos recluidos en este sector tienen cuadros de desnutrición, fiebre y deshidratación.
“Las madres de estos presos están desesperadas y no es para menos. Sus hijos se están muriendo de hambre y de enfermedades dentro de las cárceles y ni siquiera les avisan cuando fallecen”, enfatizó Girón, quien a la vez expresó una vez más su preocupación por esta dramática situación.
