Privadas de libertad en Lara reciben comida descompuesta

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Foto: Prensa Observatorio Venezolano de Prisiones

Más de 170 privadas de libertad del anexo femenino de la Comunidad Penitenciaria Fénix, en Lara, protestaron para exigir el derecho a la alimentación y denunciar presuntos maltratos.

Familiares aseguran que las internas tienen más de un mes sin recibir suministro regular de alimentos y en algunos momentos reciben comida en estado de descomposición.

“Las presas alzaron su voz en el momento porque estaban defendiendo sus derechos, pero de la nada llegó una custodia y con una especie de garrote, le metió corriente en la barriga a una reclusa que está embarazada”, detallaron los denunciantes al Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), quienes prefirieron que su identidad sea resguardada.

Desde el martes 18 de agosto, a las 5 de la tarde, ninguna de las mujeres había recibido alimentación alguna, por lo que decidieron llamar a la directora del anexo para exponer la problemática y proponer que sus familiares puedan llevarles la comida diaria.

Al parecer, estas peticiones fueron ignoradas por completo y las reclusas encendieron un colchón en señal de protesta, lo que ocasionó que el fuerte humo invadiera las instalaciones. Como respuesta a estas acciones, un grupo de custodias presuntamente adoptó una posición agresiva en contra de las internas.

Posterior a la protesta les dieron comida pero estas a su vez denunciaron que se trataba de tres sardinas en estado de descomposición.

Carolina Girón, directora del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), informó que recibió varias denuncias sobre el anexo femenino de Fénix Lara, en las que señalaban que las internas tiene más de un mes con suministro irregular de alimentos. Hasta ahora, la directiva del penal solo les indica que el Ministerio de Asuntos Penitenciarios no ha enviado los insumos.

Girón reveló que el desayuno de este miércoles 19 de agosto fue una taza de chicha y de almuerzo solo recibieron arroz blanco. En tanto, uno de los reclusos que trabaja en el economato les anticipó que las porciones serían reducidas para toda la población penal por la falta de alimentos.

Por su parte, los familiares aseguran que solo pueden llevarles paquetería dos veces al mes en el caso de las mujeres, lo que evidentemente no resulta suficiente; mientras que en el caso de los hombres, pueden recibir insumos hasta tres veces al mes.

Girón, abogada y defensora de derechos humanos, detalló que las reclusas de Fénix Lara reciben solo uno o dos tobos de agua cada ocho días, los cuales deben rendir para su aseo personal, limpiar el área donde se encuentran, lavar el uniforme y ropa interior.

“Las internas se alegran cuando llueve porque pueden recoger agua para uso personal”, añadió.

De la misma forma se conoció que estas mujeres pasaron hasta tres meses sin acceso a jabón o toallas sanitarias, por lo que rindieron como pudieron una donación que les llevó la Cruz Roja.

En ese sentido, Girón exigió el cese inmediato de las vejaciones a las que son sometidas las privadas de libertad al no tener acceso a insumos básicos para una vida digna, además del suministro adecuado de alimentos y una investigación veraz y exhaustiva sobre las denuncias por maltratos.