Los anzoatiguenses confiesan ver el reciente aumento de salario mínimo como «imperceptible» ya que no representa ningún cambio en su economía.
Las personas hacen grandes esfuerzos para poder cubrir sus necesidades básicas en un país donde el salario se fundamenta en el bolívar, pero los gastos se calculan en una moneda extranjera con un valor superior.
Así lo dio a entender Josefina del Valle Rodríguez, quien por ser adulta mayor cobra la pensión de siete millones de bolívares al mes. Sin embargo, uno de los medicamentos que toma para mantenerse en buen estado de salud le cuesta el equivalente a siete dólares, que son más de veinte millones de bolívares de acuerdo a la tasa del Banco Central de Venezuela.
Hacer trabajos adicionales a las actividades laborales formales es una práctica común. Tal es el caso de Verónica García, quien recibe como salario ocho millones de bolívares al mes en la empresa de mantenimiento donde trabaja, pero adicionalmente limpia casas y apartamentos para poder subsistir junto con sus tres hijos.
De igual manera es el caso de José Cordero, quien percibe un salario de veinte millones de bolívares mensuales he igualmente tiene un trabajo extra los fines de semana en el mercado municipal de Puerto La Cruz para poder completar la canasta básica alimentaria en su hogar.
Orlando González / Radio Fe y Alegría Noticias
