El politólogo Wilson Gallardo no comparte la tesis de algunos que sostiene que la política exterior de los Estados Unidos es invariable si gana un demócrata o un republicano en unas elecciones presidenciales.
En conversación con Radio Fe y Alegría Noticias desechó ese argumento «porque sino los gobiernos republicanos y democráticos serían iguales y eso es totalmente falso…cada uno de ellos tiene sus particularidades».
Explica, por ejemplo, que en el período de Barack Obama, demócrata, como presidente de Estados Unidos «florecieron gobiernos como el de Rafael Correa en Ecuador, Evo Morales en Bolivia, Juan Manuel Santos en Colombia, Daniel Ortega en Nicaragua y Chávez-Maduro en Venezuela…y todos han sido gobiernos neototalitarios».
En ese sentido, admite que con la llegada de Trump se le puso un freno a esa política que contó con el visto bueno de su predecesor. «Introduce un giro en la política exterior norteamericana y por lo tanto comienza a presionar a esos gobiernos».
Por esta razón cree firmemente que estas elecciones en el país del norte «van a definir cómo va a ser la política exterior de los Estados Unidos en relación con este lado del continente».
El tema de las sanciones
Con el tema de las sanciones impuestas por el actual gobierno de Estados Unidos a funcionarios venezolanos se le preguntó que si gana Joe Biden habría una flexibilización de las mismas y respondió que «no creo que las sanciones individuales vayan a ser levantadas».
Sí piensa que de ganar el candidato demócrata si habría la posibilidad de levantar las que se le han aplicado al gobierno de Venezuela. «De hecho Biden y sus asesores lo dijeron hace como 3 semanas…que ellos no iban a seguir con esa política de presión al gobierno de Nicolás Maduro».
El también profesor universitario considera que, en caso de que Trump pierda, una de las primeras medidas favorables que pudieran venir desde los Estados Unidos al país es sobre el tema petrolero.
Sin embargo, Gallardo reconoce que en la actualidad Venezuela ya no es un agente importante en el mercado petrolero mundial «porque la capacidad de producción se vino al piso…ya no producimos los 3 millones 300 mil barriles…solo estamos produciendo 300 mil barriles diarios».
Similar descripción hace con respecto al tema del gas. «Ya no somos un proveedor confiable de gas…si no hay extracción de petróleo no hay extracción de gas».
No obstante, piensa que los demócratas con el relajamiento de las sanciones «posiblemente permitirían la recuperación de la industria petrolera venezolana…dejarían que las empresas extranjeras vuelvan a invertir en el país en el tema petrolero y gasífero».
Pese a que no aplaude que de llegar a suceder este panorama que enuncia uno de los primeros beneficiados sería el presidente Nicolás Maduro, también cuestiona que los liderazgos políticos «no le conversen a la gente sobre los efectos de estas sanciones».
Pone el énfasis en que, más allá de cuestiones ideológicas, existen estudios recientes que «reflejan el impacto de las sanciones no solo en el gobierno sino sobre todo en la ciudadanía…y hasta ahora la historia ha demostrado que la política de las sanciones no funciona en muchos casos».
¿Y los derechos humanos?
En el ámbito de los derechos humanos Wilson Gallardo que lo expuesto por la Misión independiente de determinación de los hechos y por el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU que dirige Michelle Bachelet, pueda variar si hay un cambio de gobierno en los Estados Unidos.
Señala que «no puede buscar un borrador y eliminar todo lo que se ha demostrado…hay graves violaciones de derechos humanos y eso no prescribe». Enfatiza que «Nicolás Maduro y su régimen seguirán cargando con la condena mundial indistintamente gane quien gane esas elecciones».
Llama a no caer en la trampa de cambiar «cierto progreso económico» por libertades. Son dos dimensiones que tienen que ir de la mano.
En torno a decir qué candidato le favorecería más a Venezuela Gallardo apuntó que se prefería aquel que pueda contribuir con la salida, rápida, del actual presidente de la silla de Miraflores.
Con cierta subjetividad se inclina a apostar por que repita Donald Trump «que es el que ha hecho más cosas para que este gobierno caiga».
Sin embargo, el politólogo advirtió que tampoco se puede caer en ninguno de dos reduccionismos que a veces imperan en este tipo de situaciones.
En primer lugar alerta que definitivamente las soluciones para los urgentes y graves problemas del país las deben propiciar los venezolanos y no otros foráneos. Pero también recomienda considerar que para esos fines también se necesita la colaboración de otros. «Así es el juego de la geopolítica y nosotros en Venezuela no somos la excepción».