WeChat —antes conocida como Weixin— es una aplicación china lanzada al mercado en 2011 por Tencent. Actualmente, la catalogan como una ‘superapp‘ porque además de ser una herramienta de mensajería y llamadas gratuitas, proporciona una amplia gama de servicios. 

Con casi mil millones de usuarios activos al mes, WeChat es un “todo en uno” para sus usuarios porque les permite hacer prácticamente cualquier gestión del día a día, como viajes, pagar servicios, reservar restaurantes, pedir comida o un taxi, entre otras funciones.

Sin embargo, su popularidad está acompañada de una serie de cuestionamientos, especialmente en cuanto a la privacidad y seguridad de los datos, ya que se alega que el Gobierno chino la usa para vigilar y censurar a sus ciudadanos. 

“La propia WeChat reconoce que comparte datos de sus usuarios con el Gobierno chino y que censura los contenidos que el régimen considera inadecuados”, según reseñó El País de España en un artículo de 2018. 

La empresa detrás de la plataforma que ahora el presidente Nicolás Maduro promueve como alternativa a WhatsApp, recibió en 2016 una calificación de 0 sobre 100 en un informe de Amnistía Internacional debido a la falta de protección de la libertad de expresión y la ausencia de cifrado de extremo a extremo.

¿Cómo funciona WeChat? 

La plataforma es el equivalente a tener Facebook, LinkedIn, Uber, Instagram y más en un mismo lugar. Pone a disposición de las personas un servicio de mensajería que permite enviar mensajes de texto y voz, realizar videollamadas, transmisiones en vivo a múltiples personas y llamadas en conferencia.

Igualmente, se pueden compartir imágenes, videos y hasta jugar videojuegos. Los individuos pueden interactuar en “chats grupales” y agregar contactos, conocidos como “amigos” en la aplicación, utilizando un ID de WeChat, número de teléfono, escaneando un código QR o a través de otras redes sociales.

En 2016, la app introdujo WeChat Out, una función de voz sobre IP (VoIP) para hacer llamadas a móviles y teléfonos fijos en todo el mundo. 

Fuera de China, no existe una plataforma que ofrezca un conjunto tan completo de funciones. Por ello, Elon Musk expresó su interés en convertir X en una superapp al estilo de WeChat, con la visión de que la aplicación llegue a reemplazar hasta a los bancos.

WeChat, ¿una herramienta de vigilancia?

WeChat es considerada por agencias de inteligencia occidentales como la aplicación de mensajería menos segura de su tipo ya que, para comenzar, no ofrece cifrado de extremo a extremo, lo que la hace vulnerable a ataques cibernéticos. 

A diferencia de WhatsApp, cualquier persona puede leer fácilmente los mensajes, lo que representa un riesgo significativo para figuras como periodistas y activistas.

A su vez, la señalan por su vinculación con el Gobierno chino, que la usa como una herramienta de vigilancia masiva. 

En 2017, con la introducción de la Ley de Ciberseguridad China, las empresas están obligadas a almacenar los datos de los usuarios en servidores dentro del país y a compartir información sobre comunicaciones, búsquedas, perfiles visitados y otros metadatos con el gobierno cuando sea solicitado. 

La aplicación recibe críticas por su censura activa, ya que bloquea cuentas y elimina mensajes que mencionan temas políticos sensibles. Incluso, posee un sistema de censura en tiempo real que filtra palabras prohibidas y contenidos visuales considerados inadecuados por la legislación china. 

Países como Estados Unidos, India y Australia consideran a WeChat como una amenaza a la seguridad nacional; mientras que Canadá la prohibió en los teléfonos proporcionados por el Gobierno porque “presenta un nivel inaceptable de riesgo para la privacidad y la seguridad». 

Anteriormente, y tras los señalamientos del presidente Nicolás Maduro a estas aplicaciones, también nos preguntamos ¿Es posible filtrar datos o mensajes de WhatsApp? y ¿Es Telegram más confiable que WhatsApp?

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