El ex director general del SEBIN Cristopher Figuera lanzó un bombazo internacional este lunes 17 de enero. Reveló, a través de una carta, que en los estados Carabobo y Miranda funcionan, supuestamente, dos bases militares rusas al servicio del gobierno venezolano.
Según detalla el ex funcionario, hoy día residente en Estados Unidos y desertor de la cúpula gubernamental, una de las bases estaría ubicada en la 41 Brigada Blindada de Naguanagua, Carabobo.
La segunda estaría instalada en la localidad de Manzanares, estado Miranda, y desde donde operaría una infraestructura tecnológica dedicada a «Exploración de Comunicaciones e Inteligencia», supuestamente dedicada a ofrecer protección al presidente Nicolás Maduro.
La confesión de Figuera, quien desde el 2020 se declaró abiertamente en contra del gobierno venezolano y «colabora» con Estados Unidos suministrando información «sensible», surge a propósito de la reciente declaración del vicecanciller ruso sobre que no descartarían enviar tropas militares a Venezuela y Cuba si EEUU no responde a sus demandas sobre el conflicto con Ucrania.
El ex militar considera que el funcionamiento, aunque no precisó desde que fecha, de esas dos bases militares de Rusia en nuestro país es una clara expresión de la entrega de la soberanía nacional a una potencia extranjera.
Culpó, principalmente, de esta realidad al Ministro de la Defensa Vladimir Padrino López, a quien calificó también como el «principal cómplice» de la desprofesionalización originada dentro de la Fuerza Armada Nacional con le supuesto fin de servir a «intereses particulares y partidistas» de la «organización criminal y terrorista que rige el destino de Venezuela».
También denunció que desde la cartera castrense solo se han hecho «negocios» con la compra de armamento a China, Rusia, Cuba e Irán, lo que caracterizó como «chatarra repotenciada».
