Las benditas condiciones electorales y otros cuentos

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Elecciones - VEnezuela
Foto: Archivo.

La fecha no será otra. O al menos así parece.

El 21 de noviembre se realizarán elecciones de gobernaciones y alcaldías en Venezuela, mientras el fantasma de las condiciones electorales vuelve a hacer acto de presencia como ya es costumbre en prácticamente todos los comicios que se han realizado en el país durante las últimas dos décadas.

La incertidumbre de cómo transcurrirán estas llamadas “megaelecciones” creció el 8 de agosto con la jornada de primarias del Partido Socialista Unido de Venezuela, principal tolda política del gobierno de Nicolás Maduro, donde se registraron enfrentamientos, gritos de fraude y retrasos, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.

Por ejemplo, durante el proceso el Comité de Derechos Humanos de la Guajira, en el estado Zulia, hizo un llamado de atención a la alcaldesa Indira Fernández y a los organismos de seguridad para pedir que no arremetieran contra la ciudadanía. Según esta ONG, había “agresiones y amenazas por parte de las autoridades municipales”.

Otro caso que creó polémica fue el de Eduardo Piñate, quien fue nombrado candidato a la Gobernación de Apure, a pesar de que ni siquiera participó en las primarias, lo cual generó descontento entre candidatos y votantes.

Con vídeos de peleas, denuncias de coacción e intimidación, politólogos, periodistas, analistas y decenas de ciudadanos venezolanos se preguntaron en redes sociales cómo podrían haber condiciones electorales para el 21 de noviembre, si en este proceso, mucho más pequeño, no se pudieron garantizar.

Problemas de fondo

Este martes 31 de agosto, la llamada Plataforma Unitaria anunció a todo el país que sí participará en el evento del 21 de noviembre, utilizando la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática para postular sus candidatos, cuyo lapso vence este 1 de septiembre, según la prórroga que concedió el Consejo Nacional Electoral.

El vocero de los anuncios fue el conocido dirigente político Henry Ramos Allup, quien manifestó: “seamos o no candidatos si es propicia la circunstancia para participar hay que participar y aquellos que creen que la salida no es electoral y se la pasan dibujando ficciones que las lleven a cabo. La política no tiene dogmas, no tiene reglas inquebrantables”.

Quien se presentó como el todavía Secretario General de Acción Democrática, partido intervenido por el TSJ a favor de Bernabé Gutiérrez, dijo que aunque no tienen la totalidad de las garantías, “no podemos decir que si no tenemos el 100% de las garantías no vamos a participar”.

“Si no ejecutamos la agenda política es imposible llevar adelante la agenda social que es la que más agobia al pueblo”, añadió.

Mientras tanto, Nicolás Maduro aseguró que han ido “construyendo este camino que hoy ha anunciado Henry Ramos Allup. Lo logramos Henry”.

“Felicitaciones por la decisión que han tomado de participar en las elecciones del 21 de noviembre”, comentó.

El mandatario pidió un aplauso para Ramos Allup y todo el G4. Agregó que es digno el “gesto político” de retornar a las elecciones, luego de tres años de promover lo que algunos han catalogado como “abstención”.

Para Luis Rendueles, politólogo y consultor digital, los cambios que se realizaron en el Consejo Nacional Electoral, más algunos de los anuncios que dio el gobierno de cara a las elecciones, como la eliminación de la figura de “protector” en aquellos estados con gobernadores de la oposición, no son suficientes pues “el problema es de fondo y no de forma”.

De hecho, sobre los protectorados, una de las principales “garantías” para las elecciones, Maduro dijo recientemente que se cuestionaba su eliminación luego de las lluvias que han causado graves consecuencias en diversas regiones del país. “¿Qué sería del estado Mérida si no existiera el protectorado?”, se preguntó.

“No es colocar a dos rectores del Consejo Nacional Electoral que son claramente opositores, es levantar las inhabilitaciones políticas, es hacer una depuración del registro electoral, es devolver la confianza a los ciudadanos a través de concesiones y avances significativos”, argumentó Rendueles en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias.

“Nadie quiere votar ante un órgano fraudulento y complaciente con el gobierno nacional”, expresó.

Sobre esto último, difiere la politóloga Karla Valeria Ledezma. Ella afirma que más allá de las condiciones electorales, “no se puede estar a favor de la abstención si crees en la democracia”.

“En las últimas elecciones de alcaldes y gobernadores muchos de la oposición fueron electos. La solución no es dejarle la decisión de si participar o no a una organización política. La decisión debe ser tomada por la ciudadanía, porque el abstencionismo únicamente favorece al oficialismo”, comentó a Radio Fe y Alegría Noticias.

“Mi mayor deseo es que incremente la participación ciudadana, y con esto me refiero a ir más allá del voto”, agregó Ledezma. “El gobierno pudo haber hecho una campaña mejor acerca de la transparencia del proceso electoral, frente al nivel de desconfianza y rechazo que tienen los venezolanos hacia el sistema. Pero sencillamente al oficialismo le interesa que la gente no vote, para ellos movilizar a sus pocos electores y obtener la victoria con minorías bien movilizadas”.

Sobre la posible petición de un retraso en las elecciones por parte de la oposición durante el diálogo que se lleva a cabo en México, Ledezma no lo ve como la mejor opción porque piensa que una de las estrategias “más eficientes del oficialismo” ha sido ganar tiempo.

Mientras tanto, Rendueles cree todo lo contrario. Para él “un retraso sería lo más idóneo, pero es muy poco probable que suceda”.

“El chavismo no tiene ninguna intención de cambiar una elección que ganarán con seguridad en todos los rincones del país”, explicó Rendueles.

El pasado 20 de agosto, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional electa en el año 2020, desmintió al periodista Vladimir Villegas, quien había afirmado que existía la posibilidad de que las elecciones fueran pospuestas.

La misma estrategia

Rendueles afirmó que la mejor estrategia para poder ganar una elección es dividiendo al adversario “y eso lo ha entendido perfectamente el oficialismo”.  

“La oposición no tenía clara su posición sobre participar o no participar, y desde ese momento se empezó a perder la guerra comunicacional”, expresó.

“Partidos atomizados, plataforma unitaria dividida, ausencia de garantías electorales, desconfianza en el liderazgo opositor e inexistencia de recursos para ganar una campaña electoral. Hay una asimetría gigantesca en el terreno comunicacional y electoral”.

Por otra parte, cree que el gobierno “seguirá con su estrategia: dividir a la oposición y avanzar en la conquista de los espacios de poder”.

“En este momento necesitan de un oxígeno y de ganar legitimidad; por eso es que se sientan a negociar en México: para ganar legitimidad y lograr el levantamiento de las sanciones. Las elecciones parecen ser la ruta para dar algunas cuotas de poder y fortalecer su estructura partidista”, sentenció.

La Plataforma decidió pero ¿y qué piensa Juan Guaidó?

Con las declaraciones de Ramos Allup supuestamente el panorama se despejaba para este bloque opositor. Pero la pregunta de un periodista enredó otra vez el escenario.

¿Juan Guaidó validó esta decisión de la Plataforma? Esta interrogante resulta pertinente cuando el líder político ha dicho hasta la saciedad que no cree en el evento electoral del 21 de noviembre porque no hay condiciones para llamarlo como tal.

El veterano adeco respondió que la decisión es del G-4. Es decir, de los 4 grandes partidos de oposición: Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular. “Su partido está participando; él no es un partido”, espetó Ramos Allup.

Guaidó, por su parte, publicó un tuit la noche de este martes donde pide a Maduro ponerse “serio”, porque “todos sabemos que hoy no hay condiciones ni garantías para una elección libre y justa”.