La escena era insólita.
Y si ya era difícil explicar a las personas de otros países que en Venezuela había un líder de la oposición de nombre Juan Guaidó, que se hacía llamar «presidente interino» y que más de 50 naciones lo reconocían como tal a pesar de que no tenía ningún tipo de poder dentro de las instituciones con funciones en la nación, más complicado era que entendieran que ese político había intentado saltar la cerca del Parlamento venezolano.
Se vio obligado a intentarlo, porque fuerzas de seguridad del Estado no lo dejaban pasar mientras se realizaba una sesión en la que él buscaba reelegirse como presidente legislativo, pero que terminó en una extraña elección en la que ganó el diputado Luis Parra.
«Así es la democracia bolivariana: el increíble vídeo de Guaidó tratando en vano saltar la verja», tituló un medio español.
El hecho ocurrió el 5 de enero de 2020, más de un año después de que Guaidó reavivara la esperanza en gran parte de la población venezolana al “juramentarse” como «presidente interino», argumentando que de no hacerlo hubiese violado la Constitución porque Nicolás Maduro había «usurpado» la presidencia luego de su reelección a mediados de 2018, que sectores de la oposición habían denunciado por presunto amaño.
Entre su juramentación y su impedimento de entrar al Hemiciclo, hecho que él mismo catalogó como «el asesinato de la República», había bastante historia de por medio: denuncias de secuestro o intento de secuestro contra él y su grupo más cercano; detenciones arbitrarias de personas vinculadas a Guaidó, según organizaciones de derechos humanos; sanciones de diversos países contra miembros del Gobierno nacional; e incluso un apagón nacional de cinco días, que incluyó saqueos en varios estados del país.
Pero faltaba más: una pandemia; exilio de diversos líderes; divisiones en la oposición; denuncias por mal manejo de fondos y corrupción desde el “interinato”; y unas elecciones de la Asamblea Nacional con victoria de mayoría chavista, hasta llegar al aparentemente inevitable fin de la llamada “presidencia interina” el pasado 5 de enero de 2023.
Este 23 de enero se cumplen cuatro años de lo que muchos soñaron que fuera, pero no fue.
«Es difícil hablar de unidad tras esta votación», dijo Guaidó luego de que se aprobara la reforma de la Ley del Estatuto de la Transición, realizada por la Asamblea Nacional del 2015 y que eliminó el llamado “interinato”.
¿Guaidó, víctima o responsable?
Para Luis Vicente León, no es cierto que Guaidó es el responsable de los problemas políticos de la oposición y la poca articulación que tienen para hacerle frente al Gobierno de Maduro. Pero tampoco es la víctima que intenta vender.
«Me parece injusto responsabilizar de todos los problemas a Guaidó. Toda la oposición cometió errores muy importantes. Quizás el error del ‘gobierno interino’ fue intentar mantenerse en el poder, a pesar de que era obvio que la estrategia no era una estrategia correcta», afirmó el presidente de Datanalisis en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias.
«Lo que es verdad es que era un abstracto (la figura del ‘interinato’) que no tiene capacidad de gobierno, control territorial, que no existe empíricamente, sino simbólicamente. Era tratar de vender la idea de una especie de monarquía”, agregó.
León se preguntó: «¿cuál era el sentir de mantenerlo (el ‘gobierno interino’)?”; luego agregó que a Guaidó «no vinieron unos malos» y lo «sacaron», sino que «simplemente llegó el momento político» en el que su oferta institucional «ya no era adecuada».
En esa misma idea coincidió el politólogo Ricardo Ríos, quien en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias manifestó que en política el tema de los tiempos es «fundamental» y la oposición sufrió «desgaste» en torno al llamado «interinato».
«Por distintas razones se agotó y hubo una inercia de varios años y no hubo una determinación política para hacer un giro necesario, incluso por el mismo bienestar de la oposición», opinó.
Primarias y un posible Maduro hasta el 2030
Incluso antes de que tuviera fin su «presidencia interina», Guaidó ya sabía su próxima jugada: en el 2022 ya estaba claro que iba a participar en las primarias presidenciales que está organizando la Plataforma Unitaria de la oposición para este 2023.
Para agosto de ese año, Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Académicos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, afirmó que Guaidó no estaba «peor posicionado que otros líderes opositores» y que, de hecho, era «todo lo contrario».
«Quien piense que Guaidó está acabado como líder político se equivoca. Se va a presentar como candidato porque sabe que está vivo como líder. Ha perdido muchos apoyos, pero también es verdad que de las diez organizaciones que integran la plataforma unitaria, seis siguen con él. Soy de quienes piensa que a esas primarias debe asistir todo el mundo, incluyendo a los inhabilitados y a los ‘alacranes’ (opositores presuntamente comprados por el chavismo para que colaboren con sus objetivos). Ahí tiene que estar también Juan Guaido, el líder democrático más destacado de estos años», añadió Alarcón en entrevista para El País.
Ahora Guaidó ya no es el líder indiscutible que en la oposición y para las primarias incluso estarían participando figuras como María Corina Machado, coordinadora del partido político Vente Venezuela, quien afirmó recientemente que el Gobierno «quiere meterse en las primarias para elegir al derrotado».
Mientras tanto, Maduro luce cómodo con las divisiones de la oposición venezolana, pero no tanto con las asambleas de calle y las protestas que hacen docentes y empleados públicos que exigen mejoras salariales. De hecho, el martes 17 de enero el primer mandatario hizo un llamado a los trabajadores a “defender la patria” y a decir “basta de sanciones, basta de agresiones”.
«Producto de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos, el país ha perdido 99% del ingreso nacional, hecho que ha quebrantado significativamente el ingreso de los trabajadores y trabajadoras», dijo Maduro, quien olvidó hablar sobre salarios en su mensaje anual a la nación.
La escritora Thays Peñalver publicó un artículo para El Independiente que tituló La Venezuela post Guaidó, donde sentencia: «¿Por qué todo terminó así para la oposición? ¿Por qué se quedaron sin apoyo popular? El resto, importa realmente poco a partir de hoy porque la Venezuela post Guaidó ya no tiene algo que ver con él y lo que debió hacer, sino con Maduro hasta el 2030”.
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