El gobierno de Cuba que preside Manuel Díaz-Canel negó este martes 12 de octubre el permiso para que el próximo 15 de noviembre la oposición realizara una marcha pacífica por las calles de La Habana.
Las autoridades de la isla señalaron en un oficio que respondía a la solicitud que la marcha era ilícita ya que formaba parte de un plan orquestado por Estados Unidos para intentar derrocar al mandatario cubano.
La manifestación ha sido convocada y organizada por una amplia coalición de jóvenes cubanos, artistas y disidentes del gobierno cubano. Alegaron en todo momento que la actividad sería totalmente pacífica.
En principio, la misma estaba planificada para el próximo 20 de noviembre. Pero recientemente, el gobierno anunció la realización de una práctica militar por la Defensa Nacional ese mismo día y en los mismos lugares donde pensaban marchar los opositores.
Seguidamente, los organizadores ripostaron con una nueva fecha al adelantarla para el próximo 15 de noviembre. En el petitorio expusieron que la marcha es “contra la violencia, para exigir que se respeten todos los derechos de todos los cubanos, por la liberación de los presos políticos y por la solución de nuestras diferencias por medios democráticos y pacíficos».
El dramaturgo Yunior Trébol, uno de los convocantes, ha dicho que esta negativa gubernamental viola el artículo 56 de la nueva constitución cubana que establece el derecho a las manifestaciones pacíficas.
Por lo pronto, los integrantes del Movimiento 27N y el colectivo San Isidro, otros artistas, intelectuales y disidentes políticos han dicho que próximamente responderán a esta denegación del gobierno.
En Cuba la tensión entre una parte importante de la ciudadanía y sus autoridades de gobierno sigue creciendo a raíz de las contundentes manifestaciones que se suscitaron desde el 11 de julio y que fueron fuertemente reprimidas contando también con centenares de detenidos y desaparecidos.
