Al conmemorarse 4 años de la beatificación del doctor José Gregorio Hernández, la Arquidiócesis de Mérida y la Universidad de Los andes (ULA) realizaron varias actividades iniciando con una eucaristía celebrada por monseñor Helizandro Terán, arzobispo metropolitano.
Monseñor Terán reconoció la labor de los médicos e indicó que fueron ellos quienes mostraron el interés de realizar la actividad en honor al beato José Gregorio Hernández. Es por ello que solicitaron el traslado de la reliquia hasta las instalaciones de la Facultad de Medicina de la ULA.
En la eucaristía, se elevaron oraciones y peticiones al beato por la salud de todos los profesionales de la medicina y estudiantes, para que les ayude e ilumine en sus trabajos y sigan llevando bienestar a los más necesitados que sufren y padecen.
Asimismo, Terán exhortó a los galenos y estudiantes de la medicina a tener al doctor José Gregorio Hernández como ejemplo, siguiendo el Evangelio de Cristo y el rol de cristianos, cumpliendo con ese legado de fe que mantuvo él. Ante esto, manifestó que “se puede ser muy buen médico y científico y no tener fe y humanista, como pasó en el tiempo del beato que la mayoría de los colegas eran de tendencia positivista y negaban la fe”.
José Gregorio Hernández es el guía espiritual de los médicos
Para el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes, Gerardo Tovitto, fue un honor recibir la reliquia del beato José Gregorio Hernández. Enfatizó la falta de espiritualidad que tienen todos en estos tiempos dentro de las instituciones educativas universitarias.
Tovitto expresó que, como parte de la iglesia, lo más importante es brindar el respeto y orgullo al beato venezolano que está a la espera de la fecha de su canonización por el Vaticano.
El decano de medicina destacó que se realizará una plazoleta dentro de las instalaciones de la Facultad de Medicina en reconocimiento y homenaje al médico de los pobres y guía espiritual de los galenos.
Por su parte, María José Ocando, estudiante del sexto año de medicina, manifestó su regocijo por la presencia de la reliquia del beato dentro de las instalaciones de la Facultad y ser parte de la custodia del mismo, trasladándose también hasta el Hospital Universitario de Los Andes, segunda casa de su formación como profesional de la medicina.
“Para ellos, el doctor José Gregorio Hernández significa mucho porque como médico, como persona, con humildad y dedicación, atendía a los más necesitados, y es quien nos guía y acompaña en cada uno de los caminos, porque siempre que entramos a un quirófano o tenemos un paciente, pedimos a Dios para para ser y actuar como él. Ver en la cara del paciente el rostro de Cristo en el reflejado”, recalcó Ocando.
Igualmente, Ocando destacó que lo que más le ha marcado o enseñado del legado del beato, es el de hacer el bien sin mirar a quien. Agregó que más allá de ser un buen médico, se debe ser una persona con mucha humildad sensibilidad y humanidad.
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