“Se llevaron las computadoras, el router del Wi-Fi, los micrófonos, las cámaras y las luces… Me voltearon la casa y se llevaron el aire acondicionado que no servía, un celular. Se tomaron la sopa, se llevaron unas fotos, si me pongo a contar todo lo que se llevaron pierdo la cuenta, fue asesinato y atraco”, denunció Franklin Torres.
El viernes 21 de agosto fueron asesinados dos jóvenes en Cabimas, los testigos señalan a las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) como los responsables, la fiscalía investiga y presume una ejecución extrajudicial.
Aproximadamente a las 5 de la tarde de este viernes 21 de agosto fueron presuntamente ejecutados por las Fuerzas Armadas Especiales (FAES) Andrés Eloy Zacarías de 33 años y Víctor Manuel Torres Guerra de 29 años.
Andrés Eloy era un comunicador popular y trabajaba para el medio alternativo Guacamaya TV como diseñador gráfico, al mismo tiempo era miembro del Frente Francisco Miranda y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela. Mientras que Victor Manuel era el hijo del director de Guacamata TV, Franklin Torres.
El hecho ocurrió en la casa donde vivía Víctor Manuel, y que a su vez funcionaba como la sede de Guacamaya TV, ubicado en el municipio Cabimas en el estado Zulia.
Radio Fe y Alegría Noticias conversó con el papá de una de las víctimas, el señor Franklin Torres denuncia que a los jóvenes los ejecutaron. Los funcionarios, además se llevaron los equipos del canal y según su testimonio, también robaron su casa.
Una hora antes de lo ocurrido, el señor Franklin Torres quien es director de Guacamaya TV y a la vez padre de Víctor Torres le dijo a los jóvenes que saldría un momento a comprar pan y queso para la cena.
“Yo le digo a Víctor que voy a salir a comprar un pan y un queso para que vayamos a comer arepitas antes que se vaya la luz. Le dejo dicho a Andrés que cualquier cosa arriba hay comida y sopa, él me dice que no creía que fuera a comer porque iba para que su papá que lo estaba esperando y que más tarde regresaría para continuar el trabajo”, relató el señor Torres.
Andrés Eloy y Víctor Manuel se encontraban realizando un trabajo comunicacional en ese instante en el piso de abajo, donde queda la sede de Guacamaya TV. Mientras que en el segundo piso vivían su hijo y él.
Para la sorpresa del señor Franklin Torres, cuando regresó a su casa se encontró con toda la calle rodeada, “como si fuera un terrorismo”, él se preguntó por qué había tanta gente, a donde miraba había funcionarios del FAES rodeando a la comunidad. Un funcionario por cada casa.
“Habían muchas camionetas y mucha gente, como una feria, pareciera un cuerpo para masacrar a 60 personas… y cubiertas todas las calles y a nadie dejaban salir, todos los funcionarios armados”, dijo Torres.
Cuando el señor Torres se dirige a uno de los funcionarios que estaba justo en su casa para que le dieran explicaciones de por qué estaba ahí, fue amenazado verbalmente. “No chico échate pa’ allá”, responde el funcionario.
Asombrado por la situación, Torres les dice “¿Por qué?, Si esa es mi casa y la sede de Guacamaya TV y yo trabajo para el gobierno nacional”. Sin embargo, relata Torres que la reacción del funcionario fue agresiva al contestarle, “A mi no me interesa un coño de quien sea, y a mis cojones que trabajéis para el gobierno”.
En ese momento, Torres cuenta que decide alejarse porque veía al funcionario muy violento.
Ya cuando eran las 5:30 de la tarde, Torres escuchó dos detonantes, minutos antes, varios habitantes de la comunidad escucharon unos disparos.
“Una señora cerca de la casa abre la ventana y ve cuando sacan al primer cuerpo. Era Andrés Eloy, que andaba con un mono pegado negro”. “Lo agarraron por las dos patas – dijo la vecina- y lo arrastraron y lo tiraron dentro de la camioneta”, detalló.
Uno de los funcionarios de la FAES se percata que la señora estaba observando a través de la ventana “y se le fue encima a la señora y le dicen que se meta a su casa”, cuenta Torres.
Al mismo tiempo, una joven que estaba grabando con el celular desde el segundo piso de una casa, “fueron y le arrebataron el teléfono”.
Entre tanto, el señor Torres no se movía al sentirse amenazado.
“Si te da la gana te vais el martes pa’l FAES y si seguís con tu huevona´ te doy tu coñazo y vais preso”, le dijo un funcionario a Torres, a quien no dejaban acercarse a la casa. No fue hasta que se retiraron los funcionarios que logro entrar.
“Yo corro a ver dónde está mi hijo, no se si lo llevaron, no sabía si lo sacaron vivo o muerto”, dijo.
Vecinos relataron que escucharon dos tiros más que parecían provenir de las playas cuando ya se habían ido los funcionarios. “No voy a especular si fue que lo sacaron vivo, para mí lo mataron a los dos arriba”, aseguró Torres.
Tras lo ocurrido, el señor Torres denunció que los funcionarios que entraron a su casa también robaron sus pertenencias.
“Se llevaron las computadoras, el router del Wi-Fi, los micrófonos, las cámaras y las luces… me voltearon la casa y se llevaron el aire acondicionado que no servía, un celular. Se tomaron la sopa, se llevaron unas fotos, si me pongo a contar todo lo que se llevaron pierdo la cuenta, fue asesinato y un atraco” reclamó Torres.
Desmintió que haya sido un enfrentamiento. “Eso fue una masacre, un asesinato, cuando llegaron los llevaron arriba (al segundo piso de la casa) a asesinarlos”, denunció. Torres agregó que los funcionarios limpiaron la sangre.
Los vecinos manifestaron que es primera vez que ocurre un hecho de esta magnitud. El señor Torres manifestó que ya llegó el fiscal designado por el Ministerio Publico y funcionarios del SEBIN para realizar las labores pertinentes.
El hijo del señor Torres ya fue enterrado. Era comerciante y permanecía bajo arresto domiciliario por consumo de estupefacientes. “Por motivos de la pandemia tuvo el beneficio de casa por cárcel”, dijo el padre Franklin Torres.