Las dos Venezuela: una que «se arregló» y la otra de la “crisis profunda”

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Foto: Federico Parra / Gretty Images

Son muchos los comentarios de quienes afirman que Venezuela «se arregló», pero hay un sector que vive y padece la «crisis profunda».

La médico nutricionista, miembro de la Fundación Bengoa y del Observatorio Venezolano de Nutrición, Marianella Herrera, aseguró en la rueda de prensa del Observatorio Social Humanitario que Venezuela se dividió en dos.

Sobre la base a lo que pudo observar en su área de trabajo, consideró que una buena parte de los venezolanos está percibiendo «mejores sueldos en dólares» en comparación a años anteriores, pero no terminan de conseguir el bienestar, y hay otra parte que tiene peores condiciones de vida.

«Si nos vamos a casa de esa persona, su piso es de tierra y su hijo seguramente sufre desnutrición, no todo crecimiento económico se traduce en bienestar nutricional. (El) bienestar es más que el mero hecho de consumir alimentos. Para que estemos bien nutridos tienen que ocurrir varios elementos que en conjunto con una mejoría de ingreso tienen que confabularse», indicó.

Sobre si la mejora salarial implica que los venezolanos ya pueden sustentar una mejor dieta con todos los alimentos de la tabla nutricional dijo: «solo el 9% a principios de 2021 gozaba de seguridad alimentaria plena. Nosotros nos tenemos que preguntar si estamos en el camino correcto. La respuesta lamentablemente es que no, porque no se acompaña con la generación de verdaderos empleos ni de inversión o producción nacional».

La crisis del país no se debe analizar solo desde Caracas

Quien también expresó su opinión en esta misma línea de idea fue Mirla Pérez, profesora y miembro del Centro de Investigaciones Populares. En su intervención afirmó que Venezuela atraviesa una Emergencia Humanitaria Compleja por la crisis política en la que se encuentra.

Dijo que al analizar la situación se debe expandir la mirada al elemento económico, también social, comunitario y de derechos humanos; si solo se evalúa una sola, pues se aíslan las ideas para entender la complejidad de la situación del país.

Acotó que es importante a la hora de hacer un análisis de Venezuela tratar de observar las regiones. «Pensar en el país desde Caracas es un error, aquí hay unas señales distintas a las del interior. Aquí tenemos movilidad, con toda la limitación que podamos tener».

También aseguró que muchas personas entran en el campo de la mendicidad. «Tienen una casa donde llegan a dormir, pero en el día tienen que mendigar para conseguir alimento».

Reseñó que en las comunidades de Caracas comprobaron que el ingreso familiar oscila entre los 2 y 120 dólares. Sin embargo, en promedio un individuo gana al mes 10 dólares.

«Tomando el máximo de 120 dólares, igualmente, a esa familia no le alcanza cubrir la canasta alimentaria de 342 dólares, según el Observatorio Venezolano de Finanzas», finalizó.

Con información de nota de prensa del Observatorio Social Humanitario