Las tradiciones ancestrales se han mantenido de alguna forma a lo largo de nuestra existencia. La lengua, la artesanía, la vestimenta, el canto, la danza, las creencias… en fin, nuestra cultura de años.
Esas manos de hombres y mujeres cuentan por sí solas lo trabajado en el día a día. Desde antes de salir el sol, hasta verse ocultar nuevamente.
Sin embargo, aunque cueste asimilarlo, aquello pareciera ser en vano, casi ni se le da importancia, o no se le da valor.
Acá te mostramos un trabajo audiovisual elaborado por voluntarios de Fe y Alegría Educomunicación donde se puede apreciar lo más hermoso de nuestra riqueza ancestral, uno que se lleva en la sangre, desde que se nace.
Vídeo: Bernardo Colina.
Texto: Cristian Medina.
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