Ser migrante venezolano: consumirse a fuerza de llanto, suspiros y penas

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Migrantes venezolanos. Foto: Referencial de AFP.

De acuerdo con la Plataforma de Coordinación Interagencial para refugiados y Migrantes de Venezuela en octubre de 2021 había más de 5,9 millones de personas refugiadas y migrantes venezolanos en el mundo; más del 80% de ellos se encuentran en América Latina y el Caribe.

Yorelis Acosta, psicólogo clínico y social, dijo a Radio Fe y Alegría Noticias que las razones principales para migrar de Venezuela están muy ligadas a la crisis económica que vive el país desde el 2014, a la falta de oportunidades, a la falta de trabajo «o si tienes empleo el sueldo que ganas no te alcanza para cubrir tus necesidades», refirió.

Agrega que el que se va lleva a cuestas un largo sufrimiento, una compleja trama de emociones y una profunda tristeza, incluso los expertos denominan a este sentimiento como el Síndrome de Ulises, el héroe de la mitología griega que Homero recreó en la Odisea, un semidiós que debe afrontar múltiples peligros lejos de los suyos, y que, pese a su condición, padece enormemente.

Ulises pasábase los días sentado en las rocas, a la orilla del mar, consumiéndose a fuerza de llanto, suspiros y penas, fijando sus ojos en el mar estéril, llorando incansablemente…” (Odisea, canto V, 150).

También se le conoce como el Síndrome de estrés crónico y múltiple, un fuerte malestar emocional que viven las personas que han tenido que dejar atrás el mundo que conocían en situaciones extremas.

En el caso de los más vulnerables asegura que muchas veces se van desconociendo los procesos legales que implica migrar.

«Ese venezolano más vulnerable se va sin teléfono y muy posiblemente quede desconectado de su familia en Venezuela», explicó Acosta.

Añade que esa conexión con el apoyo familiar es fundamental para salir adelante y recuerda el objetivo que se traza desde el principio, el cual es ayudar a los que se quedaron.

Actualmente el salario mínimo en el país suramericano es de 7,0 bolívares, el equivalente a 1,59 dólares según la tasa oficial publicada por el Banco Central de Venezuela este viernes, muy lejos de la cifra establecida por el Banco Mundial para definir a la pobreza extrema, situación de quienes viven con menos de 1,90 dólares al día.