Tragedia de Vargas en 1999: miles de muertos en seis días

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Archivo/Tal Cual

El 15 diciembre es una de las fechas más dolorosas en la vida de muchos ciudadanos del anterior estado Vargas, hoy rebautizado como La Guaira por un capricho gubernamental.

Ese día, el mar y los ríos de la montaña decidieron invadir sus calles. Ese 15 de hace 21 años marcó el sufrimiento de muchos y el temor de una nueva tragedia por otro deslave.

Diciembre de 1999, diciembre de 2020: 21 años han pasado y los recuerdos siguen intactos en la memoria de muchos venezolanos que vivieron o siguieron los hechos a través de la televisión.

El 15 de diciembre fue el desastre. Ese colapso había comenzado dos semanas antes, justo al inicio de diciembre de 1999. Las precipitaciones iniciaron y apenas hacían pausa para reiniciar con más fuerza mientras el nivel del agua subía.

Quince días de continua lluvia provocó que subiera el nivel del mar y la saturación de los suelos lo que impidió mayor absorción. La tierra no podía más y colapsó.

La incapacidad de la tierra de absorber el agua, más los incesantes aguaceros y el colapso de los drenajes naturales y estructuras de concreto provocaron que un caudal de agua bajara por las pendientes de la montaña varguense.

Vargas se caracteriza por ser una zona de pendientes que en muchos caso superan los 30 grados de inclinación.

El agua trajo consigo deslizamientos de tierra, rocas, árboles y la capa vegetal de las montañas cedió. De allí el desastre.

¿Cuántos miles de muertos en seis días?

El 21 de diciembre las autoridades realizaron un balance. Por un lado se decía que 16 mil venezolanos habían muerto en seis días. Otros datos apuntaban a los 50 mil. Lo cierto del caso es que no hay una estadística oficial. Pero el luto y el dolor sí lo son. Y permanecen.

A inicios de diciembre de 1999, exactamente el 5 de diciembre se lanzó el primer alerta, y ya habían pasado cinco días de lluvias seguidas. El nivel del agua ya superaba un metro y 20 centímetros. 200 casas habían sido destruidas. Venía el desastre.

El entonces organismo de Defensa Civil regional enciende las alarmas. Luego de 5 días de lluvia han caído en la zona más de 120 milímetros de agua.

Primeros deslaves: 1.500 toneladas de lodo

Entre el 5 y 10 de diciembre, 1.500 toneladas de escombros fueron removidos de las carreteras. Justo el 10 de diciembre iniciaron los mayores deslaves, los cerros empezaban a derrumbarse.

El 13 de diciembre, todo se empeora. Se conjugan varios elementos: colapso de drenajes, nula capacidad del suelo de absorber más agua, los cerros se deslizan, el agua arrastra escombros por las calles, y los vientos del norte intentan pasar las montañas del litoral central descargando la mayor parte de la humedad que contenían los cerros del Waraira Repano (el Ávila).

Las autoridades reportan que solo el 13 de diciembre, cayó sobre Vargas más de 5 veces la precipitación que lo que cae normalmente en las 2 primeras semanas del último mes del año, habiendo superado el máximo histórico de 282 milímetros de agua acumulada.

Por si fuera poco, se pronostican 48 horas más de lluvias. Justo el día del desastre.

15 de diciembre de 1999: Tragedia y referéndum

Un día antes de la tragedia de Vargas, el fallecido presidente Hugo Chávez había dicho citando a Bolívar: «Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca».

La naturaleza no obedeció e impuso su ley.

Hugo Chávez avanzó con el referéndum que él mismo denominó como referéndum aprobatorio.

Se lanzaba a consideración de los venezolanos una nueva Constitución que permitía, incluso, cambiar el nombre de Venezuela a República Bolivariana de Venezuela, sustentado por un proyecto político de izquierda.

El 71,78% de la población electoral que sufragó, votó por el «Sí». El 55,65% de la población electoralmente activa según el Registro Electoral Permanente, se abstuvo.

15 de diciembre: «La montaña avanzó hacia el mar»

El 15 de diciembre de 1999 se registran los mayores deslaves y derrumbes que ocasionan crecidas inmensas y violentas del caudal del río San Julián, que nace en el Pico Oriental de la Silla de Caracas, a 2640 msnm y desemboca en el mar en Caraballeda, tiene apenas 9,82 km de longitud a pesar de ser uno de los más largos.

Rocas, buses y corriente brutal

Los registros de los reportes periodísticos dan fe de la fuerza del caudal de las aguas desbordadas. Rocas, sedimentos, lodos y buses fueron arrastrados por las aguas que, según reportes, iban a 60 km/hora o más.

La profundidad del nivel del agua en las calles fue promediada en 9 metros. En los días posteriores, el evento continúa y las precipitaciones acumuladas alcanzan los 1.200 mm en dos semanas.

Se contabiliza la increíble cantidad de 1.700.000 metros cúbicos de lodo y sedimentos arrastrados por los caudales de los ríos hasta las costas.

La vida del varguense también quedó sepultada junto a estos escombros que a 21 años después siguen sin ser recogidos.