El educador, orientador, escritor y fundador de Cecodap, Fernando Pereira, indicó este sábado 13 de abril que en la organización se mantienen bajo la línea del acompañamiento y apoyo a los niños, niñas y adolescentes, con especial énfasis en el tema de la convivencia escolar pacífica.
Así lo hizo saber durante la entrevista que concedió al programa Alianza por la Educación que se transmite a través de la señal de Radio Fe y Alegría Noticias, espacio en el que Pereira agregó que también desde Cecodap ofrecen apoyo legal (gratuito) a los niños/as y adolescentes que necesiten apoyo en cuanto a su salud mental, así como también orientaciones a sus familias.
La pandemia marcó un antes y un después en el acoso escolar
Pereira resaltó que la pandemia marcó un antes y un después en cuanto a los conflictos escolares, pues éstos aumentaron luego de la emergencia sanitaria mundial y uno de los herramientas que contribuyó a esto fue el uso de los teléfonos inteligentes ya que con ellos “se reforzó su uso para estudiar y comunicarse, pero también aumentaron los riesgos de exposición a violencia sexual, abuso, tráfico, toda una cantidad de fenómenos a nivel mundial”.
El educador comentó que la sociedad se quedó en el siglo pasado en cuanto a la educación. Una sociedad que considera que solo los adultos son los únicos que tienen cosas que decir sin tomar en cuenta el pensamiento de los niños, niñas y adolescentes. “No podemos seguir educando ni criando a espaldas de los muchachos”, precisó porque esta generación maneja otros contenidos.
En el caso del acoso escolar o bullying, Pereira indicó que estos son sinónimos y que tienen elementos que representan violencia. “No estamos hablando de echar broma, sino de una interacción que genera malestar, daño y sufrimiento en el otro. Es un fenómeno que se da entre estudiantes y que se repite. Esto aumenta en la escuela o en espacios de socialización”, aseguró.
Fernando Pereira resaltó que en muchos de los casos los adultos se hacen la vista gorda en hechos de acoso escolar.
Fernando Pereira resaltó que en muchos de los casos los adultos se hacen la vista gorda en hechos de acoso escolar. “La escuela debe ser un espacio seguro y de protección que es una condición fundamental para el aprendizaje, pero pasa al contrario: es un espacio de agresión y temor donde la víctima está pendiente es de defenderse”, comentó.
-¿Qué papel juega el docente, las familias y la comunidad educativa en general?
Pereira comentó que el rol simplemente es fundamental y que hace algunos meses llevaron a cabo un encuentro donde los estudiantes de varios colegios de cinco estados, entre esos 4 centros educativos de Fe y Alegría, participaron en unas propuestas sobre cómo los docentes deben capacitarse y saber identificar los casos de acoso, así como también dónde acudir en caso de que no solucione dentro del centro educativo.
Pereira indicó que muchos de los agresores repiten los patrones que ven en sus casas con padres, madres y/o hermanos violentos y ese tipo de hechos los reproducen en los colegios.
¿Es necesario que la familia asista a un docente en una clase? ¿Eso puede funcionar?
“Depende de la circunstancia o momento”, expresó Pereira, debido a que esto, en varios casos podría entorpecer el curso de un caso. “Los padres empezarían a reclamarle al niño o niña cierta conducta o lo esperan a la salida para reclamarle a sus padres. Esto se complicaría porque además del problema entre niños, se sumaría un enfrentamiento entre las familias”, dijo.
Ante esto, comentó que el que debe mediar para solucionar es el centro educativo.
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