El año 2024 inició con un gran golpe para los waraos en Delta Amacuro, pues un guía espiritual que había despertado y reavivado la fe católica, fue encontrado muerto en una zona solitaria del estado Monagas, cerca del territorio deltano.
Se trataba del sacerdote de origen africano de la Congregación Misioneros de la Consolata, Josiah K’Okal, quien fue encontrado sin vida el 2 de enero luego de haber sido reportado como desaparecido.
El 1 de enero, Josiah K’Okal salió en una bicicleta de la sede la congregación en Paloma, Tucupita, con destino desconocido. De acuerdo con sus compañeros, no informó hacia dónde iba.
No obstante, dado a que era una persona muy querida y conocida, le siguieron la pista hasta que salió del territorio del estado Delta Amacuro a través del punto de control El Cierre. Su cuerpo fue hallado a 500 metros aproximadamente del punto de control militar, y las investigaciones forenses posteriores habrían arrojado que murió el 1 de enero.
“No se olvida a quien se ama”
Este 1 de junio se cumple un nuevo mes del deceso del sacerdote y los waraos no dejan de recordarlo y mostrar su cariño.
Con el eslogan “no se olvida a quien se ama”, jóvenes, adultos y adultos mayores del pueblo indígena warao se preparan para conmemorar su muerte.
De acuerdo con fuentes directas, se realizarán actos culturales precedidos de un momento de oración y otros actos recordatorios.
Todas las actividades se realizarán en la iglesia San José en el centro de Tucupita, donde descansan los restos mortales del sacerdote.
Josiah K’Okal nació en Kenia y sirvió de manera muy especial a los indígenas waraos y a las personas más pobres en Delta Amacuro durante sus últimos 15 años de vida.
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