Un espacio para caminar con Jesús
Tips para discernir la realidad
Lunes 28 de agosto de 2023
Por: Antonio Pérez Esclarín
La violencia de las palabras
Hay personas que pareciera que no saben hablar o comunicarse sin insultar y ofender. Les confieso, que me embarga una enorme tristeza cuando entro en algunas redes sociales, cuando escucho ciertos discursos o cuando veo que multitudes corean y aplauden a los que insultan y agreden.
Lo verdaderamente lamentable es que personas que ejercen altos cargos públicos, y deberían ser ejemplo de respeto y de educación, nos tienen acostumbrados a un lenguaje procaz, hiriente, deseducador.
Sustituir argumentos por ofensas, amenazas o golpes, no solo demuestra una gran pobreza intelectual, sino una gran pequeñez de espíritu, pues la violencia es la más triste ausencia de pensamiento y de humanidad.
Valiente no es el que amenaza, golpea, ofende, sino el que es capaz de controlar su agresividad, capaz de dominarse a sí mismo y responder al mal con bien, a la intolerancia con respeto, a la venganza con perdón, al odio con amor. La violencia deshumaniza al que la ejerce y desata una lógica de violencia siempre mayor.
Quien insulta, hiere y ofende se degrada como persona y no podrá contribuir a construir una sociedad más justa o más humana.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.